Entrevistamos al cantautor Paul Alone para que nos cuente todo lo que hay detrás de su single Tanto, Tanto, Tanto
Paul Alone es de esos artistas que hacen de la música un refugio. Con su voz inconfundible y una sensibilidad especial para contar historias, ha ido construyendo un camino propio donde lo emocional y lo cotidiano se unen en cada canción. Autodidacta y con un disco y un par de EPs en el mercado, lleva ya un tiempo preparando su próximo proyecto, que empieza con su primer single Tanto, Tanto, Tanto y, con una gira en el horizonte y la promesa de un directo más ambicioso que nunca, nos abre las puertas a una nueva etapa de su carrera marcada por la libertad y la autenticidad.
En esta entrevista, Paul Alone nos habla de su último single, el proceso detrás de su próximo disco y la decisión de volver a la esencia de sus inicios, produciendo él mismo sus canciones en su habitación, sin restricciones ni presiones. También reflexiona sobre lo que significa contar historias a través de la música, la importancia de permitirse disfrutar del proceso creativo y los aprendizajes que deja el desamor.
¿Cómo le describirías Tanto, Tanto, Tanto a alguien que no la ha escuchado nunca para que le entren ganas de hacerlo?
Es un temón. Tú póntela. Si te gusta, genial. Y si no, no pasa nada. Pero es un temón.
¿Y qué te gustaría que se llevara la gente que la escucha por primera vez? Ya sea como una reflexión o lo primero que te gustaría que pensaran al oírla.
Comprensión. Yo creo que a todos nos pasan situaciones así a veces. Y creo que lo bonito de la música es que alguien te da una patada, pero la gente la puede escuchar y decir: «Yo me siento así». Y cuando esa gente me lo dice, yo pienso: «Ah, entonces no soy el único que se siente así». Es recíproco, es bonito.
De hecho, habla de algo que es muy universal: querer tanto a alguien que te olvidas incluso de ti mismo. Supongo que es algo que tú también has vivido. Así que, si pudieras hablar con tu yo del pasado, el que lo sufrió, ¿qué le dirías? ¿Le darías un consejo o le echarías la bronca?
Nah, yo creo que todo lo que pasó tenía que pasar, porque es lo que te hace luego reflexionar y decir: «Oye, ¿qué tengo que cambiar? ¿Qué estoy haciendo mal?» Y creo que es el proceso del desamor, ¿no? El cambiar cosas que tocaba cambiar. Entonces, no cambiaría nada. Creo que estuvo bien como pasó.
Y hablando de olvidar, ¿crees que eres una persona olvidadiza? En el sentido de que te dejas las llaves dentro de casa o te olvidas del cumpleaños de un amigo.
Nada, al contrario. Soy súper cuadriculado para eso.
Si pudieras olvidar lo que quisieras en el momento que quisieras, como si fuera un superpoder, ¿te gustaría tenerlo?
Sí y no. Sí, porque sería súper cómodo, pero no por lo que te decía antes: en el proceso de olvidar se aprende un montón. Creo que estamos muy bien hechos. Todo lo que sufrimos es necesario para plantearnos: «Oye, ¿por qué sufro? ¿Quiero cambiar esto?» Entonces, no. Me parece que está guay que cueste olvidar, porque ahí es donde encuentras la paz. Luego llega la reflexión.
Esto va ligado a que, para mí, si tienes un superpoder es el de contar historias. De hecho, leí hace tiempo que decías en Instagram que para ti cantar bien o mal no es tan importante como ser capaz de contar algo. ¿Dirías que eso es el alma de tu música o la razón de ser de lo que haces?
Sí, yo creo que cuento historias. No creo que cante bien en el sentido de… Hombre, a ver, me refiero, me encanta mi voz y me encanta el timbre que tiene, pero reconozco que no tengo una voz de estas súper potentes. Pero creo que no hace falta. La gente a la que yo admiro no canta bien, pero cuentan historias de una forma increíble. Entonces, creo que el poder está más en contar que en cantar.
Cosas de cantautores… Aunque discrepo, creo que tienes una voz potente.
¡Muchas gracias!
También quería preguntarte por algo que me parece jodido para los cantautores, y es que, si bien os desahogáis con la música, también os hace revivir cosas que quizás teníais guardadas o que os reabre heridas. ¿Cómo lo llevas mentalmente?
Creo que cuando te dedicas a esto olvidas más rápido, pero de manera más dura. Me pasó cuando estaba con las canciones. A veces me daba bajona y mi compañera de piso, que es psicóloga, me decía: «A ver, es que estás todo el rato escuchando esto. Es normal que estés mal». Y yo: «Joder». Pero luego creo que me ayuda a olvidar rápido el sufrimiento. Creo que cuando sufres mucho, llega un día que dices: «Bueno, ya, ya basta». Creo que tienes la opción de taparlo y que vuelva a aparecer o de sufrirlo a muerte y que pase rápido. Entonces, creo que ir de cara con el sufrimiento está guay. Se va rápido.
Vaciar, vaciar, vaciar.
Sí, sí. Desahógate hasta que ya no tengas ganas de desahogarte.
Volviendo a Tanto, tanto, tanto, es el primer single de lo que será el disco en el que has estado trabajando, del que yo al menos sé poco. ¿Nos puedes adelantar algo?
Está todo tan misterioso todavía que me da miedo contar cualquier cosa. Estoy manteniendo el misterio muy bien.
¿Es algo continuista con lo que ya hemos visto de ti?
Nada, es totalmente lo contrario. Es yo, como un crío, tocando teclados en casa y haciendo canciones. Lo he producido yo porque me apetecía hacer un disco en mi habitación otra vez, como cuando empecé. Las canciones no tienen un tipo de conexión más allá de mi voz. El resto son experimentos míos, jugando con la música. Me lo pasé súper bien, y hacía tiempo que no lo disfrutaba tanto.
Al haberlo producido tú, ¿qué dirías que te llevas de todo el proceso?
Me lo he pasado muy bien. Llevaba tiempo queriendo hacer lo que me apeteciera sin restricciones. Pensaba: «Hoy quiero hacer una canción de rock». Y cogía la guitarra y la grababa. Por eso, Tanto, tanto, tanto es quizás la canción más fuerte de rock que he hecho. Siempre había metido guitarras eléctricas, pero nunca me había lanzado a gritar. Ahora me apetece hacer esto y lo hago.
Y ahora que has vuelto a esa libertad creativa, ¿crees que vas a seguir en esta línea en futuros proyectos?
No lo sé. Tengo que ver qué pasa. Quizás en el siguiente disco conozco a alguien con quien me encante currar y lo hagamos juntos. Ya lo veré en su momento.
También he leído que han participado personas que para ti son muy importantes. No sé si puedes darnos nombres o al menos contarnos qué te han aportado.
Tengo amigos a los que admiro un montón, y poder contar con ellos ha sido genial. Por ejemplo, con Lucas Colman. Nos llevamos muy bien, quedamos mucho, le enseñaba cosas y me corregía detalles. Luego, el próximo videoclip es especial porque la canción se la escribí a una persona y ella es la actriz del vídeo. Ha sido un proceso de volver a mis orígenes, hacer música con amigos.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Seguir sacando canciones, anunciar la gira, terminar ensayos. Este directo va a ser más complejo, con una producción más loca. Llevamos toda la vida tocando a pelo. A veces me echaba la bronca porque nunca hemos tocado ni con claqueta, ni con secuencias, pero ahora quiero ordenar el directo.
Por lo que hemos estado comentando, creo que eres un artista que se deja llevar y que es muy libre en todos los sentidos. Es algo totalmente contrario al querer ordenar todo.
Sí, la verdad sí. Pero quiero probar, quiero conocer, me puede siempre la curiosidad. Y a veces digo “oye, esto funciona de esta manera, ¿qué tal si cambio esto? ¿Qué pasaría si pruebo…?” Igual fallo, pero es parte también de volver a lo que he hecho siempre.
¿Qué crees que el público, tanto el que te escucha habitualmente como el nuevo que pueda llegar, va a poder ver de ti encima de los escenarios?
Creo que quiero hacer un directo mucho más complejo del que he hecho siempre. Creo que quiero coger mi faceta cinematográfica y explotarla más y hacer vídeos con las canciones. Y crear una experiencia. Voy a aportar todo lo que pueda.
Suena a una gran evolución.
Sí, veremos cómo sale. Es decir, a ver qué pasa si hago esto y lo otro, a ver cómo reacciona la gente.
Y ya la última pregunta. Más allá del disco que tienes planificado y los lanzamientos, ¿qué objetivo te has marcado para este 2025? ¿Qué es lo que quieres conseguir?
Pues mira, algo en lo que nunca había pensado y que siempre me han dicho: que hay que divertirse. Creo que he pasado mucho tiempo haciendo todo muy en serio, y ahora tengo ganas de simplemente pasármelo bien. Porque al final, creo que es el motor de todo. Cuando te lo estás pasando bien, puedes pasarte horas haciendo canciones y sigues, y es como: «Ah, qué guay esto». Así que quiero encontrar lugares donde me lo pase bien, compartirlo con gente y disfrutar del proceso. Sé que suena a cliché y me da rabia, pero es que es muy importante.
A mí también me pasa en mi trabajo, que si no lo disfrutara…
Como que cuesta mucho, ¿no? Por eso quiero encontrar esos sitios en los que diga: «Ok, aquí me lo paso bien, aquí me quiero quedar».