Entre flashes y estallidos sonoros, el festival reafirma su carácter alternativo con una jornada final dedicada al universo electrónico
Cuando el reloj marcó el último acorde, Barcelona respiró en un solo suspiro: más de 25.000 personas se reunieron durante los tres días del Festival·B 2025, convertido ya en punto de encuentro imprescindible para los amantes de la música emergente y la cultura urbana.
En su cartel, un mosaico de 37 artistas entre nombres consolidados y apuestas frescas: Amaia, Judeline, Ralphie Choo, Hoke, Alizzz, Cala Vento, Cariño… y muchas más voces que tejieron sonidos que atravesaron géneros y fronteras.
Para el cierre, el festival se sumergió en el pulso electrónico con la jornada RA·B, donde los beats reinaron y nombres como John Talabot (con un set extendido de 5 horas), El Bugg, Parkineos, Metrika, Nusar3000 DJ set y Melina Serser subieron la temperatura del Fòrum.
Según Adrian G. Bóveda, director del festival, el verdadero logro no está solo en los números, sino en mantener a los artistas y la música en el centro de la experiencia: esa conexión directa con el público es la fuerza que impulsa cada edición.
Con esta edición, Festival·B se reafirma como escaparate de vanguardia musical y plataforma de innovación cultural: una fiesta sonora que no busca solo entretener, sino también mover emociones, desafiar estilos y consolidar comunidad.