El diseñador catalán vuelve a dejar sin aliento a la 080 Barcelona Fashion con ‘Void’, una colección de sastrería impecable que traduce la incertidumbre en volúmenes imposibles
La moda tiene la capacidad de capturar el zeitgeist de una generación y plasmarlo sobre la pasarela en una sinfonía de tejidos, cortes y emociones. Guillermo Justicia, con tan solo 25 años, ha logrado hacer precisamente eso. En su segunda participación en la 080 Barcelona Fashion, el diseñador barcelonés ha convertido el vacío existencial en una declaración de intenciones. ‘Void’, su nueva colección, se alza como un manifiesto de la incertidumbre de nuestro tiempo, interpretado a través de una sastrería impecable y una ejecución pluscuamperfecta.
En un segundo día de desfiles marcado por la lluvia, Justicia logró hipnotizar a un ‘front row’ expectante. Su pasión por el patronaje, su obsesiva atención al detalle y su exploración de volúmenes extremos se tradujeron en pantalones de pinzas con formas casi arquitectónicas y abrigos masculinos que evocaban un romanticismo gótico, denso y poderoso. En cada prenda, el diseñador plasmó su sensación de «vacío» ante la constante incertidumbre del mundo, transformando esa angustia en un lenguaje visual impactante.
Justicia no solo sorprendió con la forma, sino también con la elección de materiales. Optó por tejidos ‘deadstock’ y materiales no convencionales como telas de tapicería y cortinas, fusionándolos en un ejercicio de sostenibilidad y creatividad sin concesiones. En un momento en el que la moda busca nuevas narrativas, Justicia se posiciona como un diseñador capaz de transmitir emociones profundas a través del corte y la textura.
Su irrupción en la 080 Barcelona Fashion en 2024 con ‘Mycorrhizal’, inspirada en la simbiosis de las micorrizas, ya dejó claro que su visión iba más allá del simple diseño de prendas. Ahora, con ‘Void’, no solo reafirma su talento, sino que demuestra que la moda también puede ser un reflejo de los tiempos convulsos que vivimos. Con este desfile, Guillermo Justicia no solo ha vestido cuerpos; ha vestido sentimientos, convirtiendo el vacío en pura belleza.