Fotografía: Marcos Nogales
Natalia Lacunza llena la Riviera de Madrid en la despedida de su disco ‘Tiene que ser para mí’ y la presentación de su nuevo trabajo discográfico, ‘Duro’
El pasado 15 de diciembre, durante su concierto en la sala Ochoymedio de Madrid, Natalia Lacunza anunció nueva fecha en la capital y, esta vez, en la mítica sala La Riviera, a los pies del río Manzanares. Desde ese día, la fecha del 29 de septiembre quedó marcada para muchas con fuego en el calendario. Tanto que, ayer, desde primera hora de la mañana ya había personas haciendo cola para esperar a la artista.
Cuando caía la tarde, los alrededores de la sala lucían repletos de gente con ganas de escuchar a la joven en directo. Además, la cita era más especial de lo que se pensaba anteriormente. La salida del nuevo EP, ‘Duro’, y el anuncio de un descanso tras este concierto, hicieron saltar las alarmas entre las seguidores y, por supuesto, nadie quiso perderse lo que iba a ocurrir en La Riviera. Todos los puntos geográficos se dieron cita en Madrid.
A las 19.30 de la tarde, las puertas de la sala se abrieron de par en par para ir dejando entrar, más o menos de forma ordenada, a las seguidoras de la cantante, con resaltante mayoría femenina. Una vez dentro y, con una hora y media de espera, no faltó la música y tampoco el entretenimiento. Volaban globos y se repartieron pulseras de luces.
Una vez consumido el tiempo, y cuando el reloj tocaba las 21.00, Natalia Lacunza apareció en el escenario acompañada de la banda de mujeres que lleva siempre junto a ella: Luz, Tere, Kat y Paula. Los gritos no se hicieron esperar y los «Natalia, Natalia» hacían retumbar la sala. Antes de esto, la joven quiso dedicar a las presentes unas palabras con el objetivo de despedir por todo lo alto la era de ‘Tiene que ser para mí’, el disco con el que lleva girando año y medio. La emoción del momento hizo estallar en lágrimas a muchas y, no es para menos, ver crecer a un artista y despedirse de cada disco es algo que solo aquellos fanáticos de la música pueden llegar a comprender.
Tras esto y, sin más dilación, los primeros acordes de ‘Tiene que ser para mí’ se convirtieron en los protagonistas absolutos y ya nada podía pararse. Y así, como si hubieran dado cuerda al reloj, los minutos se consumían con una velocidad desmedida. Los temas se iban dando paso unos a otros, desde los primeros hasta los últimos. En una noche como la de ayer y, como era de esperar, Natalia no quiso olvidarse de algunas de sus primeras canciones como ‘Nana Triste’, ‘Olivia’ o, para sorpresa de muchas, ‘A otro lado’.
Un concierto para el recuerdo
«Es el concierto más importante de mi carrera», dijo sin titubeos la artista pamplonesa. Estas palabras de la joven surtieron efecto y, aunque es algo con lo que cuenta siempre, el público de la noche fue un gran entregado a la causa. No dejaron de cantar, saltar y vivir cada canción junto a la artista ni un instante. Al final, quien ha ido a un concierto de Natalia lo sabe, las citas de ella siempre son así: un torbellino de emociones en el que la emoción y la adrenalina se van alternando entre canción y canción.
Por supuesto, en una noche como la de ayer, también tenían que estar sus amigos. «El momento de las colaboraciones es de los más especiales», dijo Natalia dando paso a aquellos artistas con los que ha decidido compartir su música y ya son algo más que simples conocidos. Desde Glouljaboy con el que interpretó ‘Fuera de tiempo’, pasando por L’haine intepretando junto a él ‘Connie Nikas’, a María Escarmiento y su ‘Prefiero’, acabando con Ruptura y ‘Cartas de amor’.
El fin de la era ‘Tiene que ser para mí’ también incorporaba la interpretación de temas que han sido para muchas la banda sonora de parte de 2022 y del 2023 como ‘Mi sitio’, ‘Todo Lamento’ o ‘Cuestión de suerte’. Todos ellos coreados a la perfección por las asistentes, dejando huecos perfectos entre el ruido y el silencio y, a la par, entre el salto y la quietud. Sin duda, se notaba que la mayoría no era novata en esto de ir a conciertos de la artista, sino más bien, la han acompañado de forma fiel a lo largo de los años.
Duro, una nueva era
Y, en esta compañía, tocaba, ya sí, sobre las 22.30 de la noche, dar fin por completo a la era anterior y comenzar con el nuevo trabajo de Natalia Lacunza que acaba de ver la luz, el EP ‘Duro’. Un proyecto que cuenta con 5 canciones, de las que dos vieron la luz la noche previa al concierto. Sin duda la interpretación en directo de estos temas, ‘P.D.P’ y ‘La Próxima’, ganaron gran parte de protagonismo, aunque, sin llegar a opacar lo que supone disfrutar de ‘Nunca Llega’, ‘Duro’ y ‘Verdadero’. Por el momento la cita de la Riviera será la única donde se escucharán estos 5 temas que, según asegura la artista, los ha hecho para «reconciliarse con la música». Sin embargo, no nos cabe duda de que acabarán formando parte del repertorio de la joven.
Casi a las 23, con la luna brillando con fuerza, las luces de la Riviera se apagaron dejando atrás una cita para el recuerdo. Sin embargo y, volviendo al principio de la noche, las palabras que Natalia dejó por escrito resonarán con fuerza en los próximos días: «La música nos une por encima del tiempo, del lugar». Aunque, ahora vaya a estar un tiempo centrada en descansar y preparar nuevas cosas, ella seguirá presente en cada una de las personas que las escuchan. La música une desde la intimidad de tu cuarto y tu playlist de Spotify hasta la magnitud de un concierto multitudinario. Porque sí, es por encima del tiempo y del lugar. No sabemos dónde ni cuándo, pero repetiremos. No quepa duda de ello. Porque Natalia nos conquistó el corazón hace mucho tiempo y porque ha demostrado, en sus múltiples conciertos, que merece la pena invertir tu noche escuchándola cantar. Merece la pena y, sana. Porque la música también es antídoto. Pronto, muy pronto, volveremos a vernos.