A las seis y media de la mañana, con el escenario aún por montar, cientos de jóvenes esperan en la Gran Vía para poder escuchar al artista getxotarra Martin Urrutia en Bereziak. 

Desde 2011, Bereziak viene ofreciendo conciertos de libre acceso en el casco urbano como forma de inauguración del Bilbao BBK Live. En el kiosko del Arenal de Bilbao los asistentes disfrutan de la música de artistas emergentes acompañada de unas rabas y una cerveza. Este año, sin embargo, es diferente. 

Peregrinación de fans a Bilbao

Las fans aún no han desayunado. Sentadas en la acera, esperan pacientemente a que abran los primeros establecimientos. Algunas hicieron noche en la calle; otras llegaron en uno de los muchos buses agotados que salieron de Madrid a las doce o las dos de la madrugada; otras vienen de Sevilla, Zaragoza, Barcelona o cualquier rincón de España –e incluso del extranjero– sin importar las horas de viaje y la falta de sueño. Como si de un concierto en un estadio se tratara, guardan fila y empiezan a numerarse.

La actuación de Alba Reche comenzará a las 13:00h; la de Martin Urrutia, a las 14:00h. Por delante quedan seis horas de larga espera. Las jóvenes hacen friendship bracelets, se pintan las uñas, rompen a cantar Escriurem –uno de los temas que el exconcursante interpretó junto a Chiara Oliver en su paso por Operación Triunfo– o charlan animadamente. Ni los miembros de la organización ni los propios bilbaínos parecen dar crédito ante la magnitud de lo que suele ser un show distendido para dar a conocer a artistas emergentes.

Un chico de Getxo

Los viandantes, sorprendidos, no pueden evitar preguntarnos constantemente quién actúa hoy. “Una chica, Alba Reche, y un chico de aquí, Martin Urrutia”, contestamos. Parece importante señalar esto último, que Martin estará actuando en su tierra, que hace unos meses –doce, exactamente, pues se cumple un año desde su casting– solo era un adolescente en Getxo al que nadie hubiera podido advertir sobre los cientos de personas que estarían dispuestas a desplazarse solo para poder verle. 

 

 

A medida que avanza la mañana los nervios van en aumento. La calle está completamente llena: hay fans, pero también hay niñas con sus padres y mujeres mayores que no sabían que Operación Triunfo seguía emitiéndose, pero que se paran ante lo que la experiencia promete. Cuando por fin sale Alba Reche, el público la recibe con una energía impropia de quien lleva horas sobre el asfalto, bajo el sol. Esta es la energía que ella devuelve mientras interpreta temas como La posada, Quimera, y hasta se atreve con un tema en euskera, una versión de Txoria Txori

La canción que le cambió la vida

Tan solo veinte minutos después de que esta termine, ante los gritos de emoción del público sale al escenario corriendo, saludando y sonriente, Martin Urrutia. Acompañado de El buen Hijo comienza a cantar una versión de Somewhere only we know de Keane, canción que le abrió las puertas al concurso que en apenas unos meses le cambió la vida. El tiempo de espera, el calor y el cansancio parecen disiparse al instante: todos en la Gran Vía bailan abrazados y dados de las manos, corean la letra, graban y sacan fotos. 

Mi cabeza está llena de música

De momento, Martin solo tiene una canción propia. Rompeolas es el tema que sacó nada más salir del concurso, antes de verse inmerso en Mariliendre, la serie creada por Javier Ferreiro y producida por Suma Content y Atresmedia TV de la que es protagonista. “En un futuro daré conciertos más largos porque voy a hacer música”, aclara, “no he perdido el foco de la música; mi cabeza está llena de ella”. 

Más allá de Rompeolas y Somewhere only we know, el repertorio del concierto está compuesto por covers de Nuevo verano, Nadadora, Nada debería fallar, Escriurem, –que interpreta junto a Alba Reche– y Nostalgia. A pesar de tratarse en su mayoría de covers, el artista las hace suyas, con una voz única y una presencia sobre el escenario que pocos consiguen incluso con años de experiencia, y que para Martin Urrutia parece ser algo tan natural como el respirar. 

 

Parte de algo más grande

Todos los presentes lo sentimos: en la Gran Vía se palpa un ambiente que en contadas ocasiones los artistas consiguen construir, y que ayuda a comprender el verdadero sentido de la música. Nos emocionamos cuando él se emociona, sonreímos cuando sonríe, cantamos con él y nos sentimos parte de algo más grande. Frente a su familia, amigos, y las fans a las que con ternura llama “mis moneditas de cobre” va avanzando por el setlist. Ellas alzan recortes de olas y lanzan al escenario flores y hasta una ikurriña en la que él se envuelve. 

 

 

Nadie quiere que este momento tan especial llegue a su fin. ¿Cuándo podrán volver a sentir algo así? Suenan los últimos acordes, y el público se deshace exigiendo más. Martin cede y vuelve a cantar Somewhere only we know. A nadie le preocupa volver a escuchar la misma canción, lo único que importa ahora es que este sentimiento tan especial se prolongue lo máximo posible. Es por esto que, cuando Somewhere only we know finaliza por segunda vez, el público comienza a corear “Ya no te hago falta”, título de otro de los temas que interpretó en Operación Triunfo. Incapaz de negarle nada a la audiencia con la que ha construído esta conexión única, el artista la interpreta a capela, y todos escuchamos mientras contenemos la respiración. 

 

 

La certeza de haber vivido algo único

Nada puede durar eternamente, y mucho menos las experiencias bonitas y singulares. “Me encantaría quedarme más, pero es que no tengo más canciones”, se disculpa Martin Urrutia entre las risas del público. Con emoción se despide, y todas aguardamos unos instantes mientras pensamos en lo que acabamos de vivir. Por la calle, una procesión de jóvenes que, ataviadas con sus cámaras analógicas, se disponen a emprender el camino de vuelta. 

Hay un murmullo único. Todas somos conscientes de lo que hemos vivido: hemos visto a una persona a la que le seguirán llegando oportunidades, a la que dentro de poco no verán cientos sino miles de personas, a la que todo en su carrera artística le irá bien, porque no hay alternativa posible.