La pasarela catalana inaugura su 36ª edición en Sant Pau con homenajes, estampados animales y una oda a la artesanía local que reinventa sombreros como obras de arte

Barcelona despertó hoy envuelta en glamour desenfadado. Entre columnas modernistas y anécdotas sartoriales, el pistoletazo de salida de la 080 Barcelona Fashion dejó claro que la moda catalana no viene a pasar el rato: viene a marcar el paso.

La velada comenzó con un momento cargado de emoción: Escorpion abrió desfile rindiendo homenaje a Bernat Biosca, alma fundadora de la casa, fallecido este año. Con rollo espiritual y tonos pastel, la colección juega con jerséis, flecos y fluidos que evocan retiros hippies frente al Pacífico.

Sostenibilidad y estilo propio en 080 Barcelona Fashion

Luego vinieron los nombres consagrados: Simorra, inspirada en Darwin y su fascinación por las plantas, presentó una paleta otoñal de verdes intensos, marrones y rojos, con satén, pelo sintético y piezas con volumen. Por su parte, Lola Casademunt by Maite cerró la función con su ADN libre —animal prints, pedrería y fantasía elevada al asfalto urbano.

Pero ojo: no todo fue pasarela. En la zona abierta, la 080 presentó Beyond Arts, una exposición híbrida entre moda y artesanía. Sombreros escultóricos, piezas 3D y reinterpretaciones del oficio centenario se alzaron como pequeñas joyas inesperadas. Una apuesta clara por rescatar oficios que, en manos creativas, nunca han pasado de moda.

Y hablando de rupturas: esta edición es la última que se celebra en el emblemático Recinto Modernista de Sant Pau. Un escenario casi teatral al que todos le pondrán mirada nostálgica. También estrena colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, que impulsa actividades abiertas para conectar diseñador con público fuera de los palcos.

Sostenibilidad y estilo propio en 080 Barcelona Fashion

Primer día: moda que habla, moda que cuenta, moda que invita a mirar de frente los oficios tradicionales vestidos de contemporáneo. Y esto es solo el aperitivo: quedan días de desfile, de sorpresas y de descubrimientos atrás de cada pasillo. La 080 ya ha hecho ruido —y lo chic empieza ahora.