Con su segundo álbum, el cantautor español explora la belleza efímera de las conexiones humanas a través de una lírica poética y sonidos íntimos
En un panorama musical donde la inmediatez muchas veces domina, BORJA aparece como un narrador paciente, de los que escarban en la emoción para construir canciones que no solo suenan, sino que permanecen. Hoy, el cantautor y productor español presenta “cuando coincidimos”, su segundo álbum de estudio: una pieza de orfebrería emocional que se adentra en los rincones más vulnerables del amor, el tiempo y esas conexiones humanas que, aunque fugaces, dejan huella.
El disco, que reúne nueve canciones compuestas a lo largo de un año y medio, marca un nuevo capítulo para BORJA tras su aclamado debut rimas del verbo amar, con el que fue nominado al Latin GRAMMY® como Mejor Nuevo Artista. Si aquel trabajo exploraba los matices del amor con la delicadeza de quien escribe una carta, cuando coincidimos es el diario íntimo de alguien que ha vivido, perdido y vuelto a encontrarse en otros.
“SOMOS PERFECTOS”, el tema principal, es el corazón roto y palpitante del álbum. En él, BORJA susurra verdades dolorosas sobre relaciones que, aunque intensas y reales, no están destinadas a perdurar. “Somos perfectos, pero para alguien más”, canta sobre una base acústica minimalista que potencia el nudo en la garganta. Es una canción que no pide quedarse, solo ser recordada. Y es imposible no hacerlo.
BORJA describe el álbum como su obra más personal hasta ahora. “Lo escribí desde la carretera, entre conciertos y viajes, extrañando casa y encontrando pedazos de ella en la gente que conocí”, confiesa. Esa sensación de pertenencia efímera atraviesa todo el disco, desde la nostalgia de “MALLORCA”, inspirada en los veranos familiares, hasta la dulzura resignada de “MACARRONES CON QUESO”, su dueto con Greeicy, que encapsula el espíritu del proyecto: amar incluso cuando ya no se puede estar.
Cada pista es un capítulo con voz propia. “BRUTAL” explora la ansiedad de mostrarse vulnerable, mientras que “FEID” —con un tono más luminoso— nos traslada a un encuentro mágico en Miami. En “DIME”, la colaboración con Valentina Rico suma una dimensión coral a la narrativa, cuestionando lo que pudo haber sido.
A nivel sonoro, BORJA mantiene su distintiva mezcla de pop con tintes acústicos y producción cinematográfica. Aquí no hay artificio, solo emociones cuidadosamente elaboradas.