Delaporte celebra su fin de gira en una Riviera con el cartel de entradas agotadas colgado. El dúo de cantantes logró que Madrid bailara sin parar durante más de hora y media.
Después de un verano lleno de conciertos, Delaporte tenía este viernes una cita que, sin duda, es especial para cualquier cantante. Un concierto en la Riviera de Madrid llena hasta la bandera. ¡No cabía un alfiler!
Acaba aquí una gira que ha recorrido prácticamente toda España. Los cantantes han anunciado que el próximo año volverán con nueva música porque queda mucho Delaporte por delante. Sin duda, este dúo ha marcado un antes y un después en la música electrónica y alternativa de nuestro país.
La fiesta de Delaporte en La Riviera
La noche comenzó con una intro donde Las Montañas y Toro fueron las canciones protagonistas. Una selección perfecta para prender la mecha a una noche de fiesta en la capital. Justo después, se hizo el silencio, pero por muy pocos segundos. Las palmadas empezaron a extenderse por la conocida sala de Madrid. Una melodía empezó a sonar y todo cobró sentido, Clap Clapera la siguiente. El ambiente subía por momentos y la Riviera se convirtió en una explosión de baile.
Si hay una canción que ha marcado el recorrido de Delaporte fue la siguiente en sonar, Droga Dura. No creo que haya nadie que haya logrado salir de la Riviera sin aplaudir la presencia de Sandra Delaporte. Sin duda, la vocalista de este dúo es un animal escénico que consigue rellenar cada hueco. No hay centímetro de la sala que no fuese testigo de sus saltos.
El público se entregaba por completo a la causa. No había nadie al volante de una cita destinada a la diversión absoluta. Y todo siguió explotando. Cariñito, junto a un remix de Gasolina, hicieron arder toda la Riviera de Madrid. Y, nunca mejor dicho. «Gracias por estar aquí. Sois los mejores», gritó Sandra.
Ya se iban restando los minutos para llegar al final de la cita. Pero el público no podía abandonar la sala sin presenciar Ni un beso en directo. Porque, sin duda, esa energía es algo que hay que sentir, como mínimo, una vez en la vida.
Después de eso, sí que sí, tocaba poner el punto y final a una noche que quedará para el recuerdo para todos aquellos que quisieron vivir junto al dúo electrónico una de las noches más importantes de su carrera. Antes, se escuchó: «Yo quiero tirarme ahí con vosotros. Id haciéndome hueco». Sandra lo había avisado, ella quería formar parte del público y la canción final fue la elegida. Bang Bang se convirtió en una rave al más puro estilo discoteca. Convalidable a varias tardes de gimnasio. El público formó una marea arropando a la vocalista. Nadie dejó un hueco junto a ella. El cariño se percibía.
La salida de los asistentes continuaba con la fiesta. Fuera, se seguían coreando las canciones que se acababan de escuchar en directo. La fiesta se había trasladado a la calle y, no extrañaba. La música de Delaporte es eso, una fiesta continua. Ahora, tendremos que esperar al próximo año para que continúe la fiesta, mientras, seguimos bailando.