Dentro de su explosiva gira ‘XOXO Tour 2025’, la artista hizo parada en Barcelona con luces rosas, beats potentes

Young Miko volvió a demostrar por qué es una de las artistas más emocionantes del momento con un concierto en Barcelona que combinó fuerza, ternura y mucha actitud. La cita fue este 23 de mayo en un Palau Sant Jordi teñido de rosa desde el primer beat, donde la puertorriqueña desplegó su ‘XOXO Tour 2025’ ante un público completamente entregado.

El show arrancó con un guiño íntimo: Miko apareció sentada en unas escaleras tras el escenario, visible solo en las pantallas, interpretando “Rookie of the Year”. Pero la calma duró poco: en cuanto sonaron los primeros acordes de “Wassup” y “Lisa”, el recinto estalló en euforia.

 

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Acompañada por una banda en directo que aportó riqueza sonora y potencia, Miko recorrió sus mayores éxitos con energía arrolladora. El ambiente, marcado por luces rosas, visuales de estética gamer y una puesta en escena muy cuidada, creó una atmósfera envolvente y única.

Pero el momento que encendió al Sant Jordi fue, sin duda, cuando apareció Bad Gyal. Sin previo aviso, la catalana subió al escenario entre ovaciones para cantar junto a Miko la explosiva “Chulo pt. 2”. La química entre ambas fue pura dinamita: sensualidad, complicidad y poder femenino desbordaron el escenario, haciendo de ese instante uno de los más memorables de la noche.

© Instagram: @anarodenass

Más allá del show, Miko se mostró cercana y agradecida. Leyó carteles del público, bajó a saludar a las primeras filas y cumplió la promesa que dejó pendiente en Madrid: encontrar a una fan que le había pedido un abrazo. Esta vez, lo hizo, y el gesto arrancó aplausos y lágrimas entre los asistentes.

En cuanto al vestuario, fue puro estilo Miko: comenzó con un look urbano de su línea “Baby Miko” y acabó en sujetador, sin perder un ápice de presencia escénica. Todo pensado, todo sentido.

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El cierre llegó con su sesión junto a Bizarrap, “BZRP Music Sessions #58”, que cantó en parte a capela. Un final emotivo y poderoso para una noche que lo tuvo todo. Young Miko no solo dio un concierto: dio una declaración de intenciones. Lo suyo no es solo música, es identidad, emoción y espectáculo. Y Barcelona ya está deseando que vuelva.