Entrevistamos al grupo de pop ADELYNE con motivo de su concierto en el Club Paral·lel 62 y nos adelantan detalles sobre su próximo proyecto

ADELYNE es una banda pop liderada por Rebecca Rubio, que se ha convertido en un altavoz para las generaciones Millennial y Z. Su música, sin género y dirigida a todo el colectivo LGTBIQ+, aborda temas como el amor propio, la salud mental y el sexo, fusionando pop-punk con estribillos pegadizos y una producción envolvente. Entre sus canciones también hay espacio para baladas intensas y sonidos electrónicos.

En 2024, han llevado su propuesta a escenarios con acústicos del estilo Tiny Desk, una versión deluxe de su álbum Reina de Cristal y una gira que ha pasado por Madrid, Valencia y Cataluña. Con más de 40.000 oyentes en Spotify y una comunidad en crecimiento, su canción REINA ha superado las 100.000 reproducciones. Ahora, en plena evolución artística, Adelyne nos adelanta en esta entrevista su nuevo proyecto basado en los elementos y su visión de la industria musical.

Estáis a punto de salir al escenario en Barcelona. ¿Os ponéis nerviosas antes de un concierto?

Rebecca: Yo me pongo nerviosa toda la semana antes, pero ahora se me pasa. Aunque a veces lloro, pero es de emoción.

¿Tenéis algún ritual antes de salir al escenario?

Rebecca: Solemos hacer una ruedecita y nos decimos entre nosotras que somos unas cracks. Es una manera de transmitirnos buena energía.

¿Y qué no puede faltar en vuestro camerino?

Rebecca: Cerveza sin alcohol. Defendemos mucho el no beber antes de tocar.

Silvia: Y un espejo, porque a veces nos falta y nos volvemos locas.

Si tuvierais que recomendar vuestro concierto a alguien, ¿cómo lo definiríais?

Rebecca: Es un viaje. Queremos que la gente baile, ría, llore, se agote, pero sobre todo, que sienta.

Silvia: Yo lo veo un poco como un «guilty pleasure», en el sentido de que es ese espacio donde puedes expresar tu lado emo, cursi, demasiado emocional, sin miedo al juicio. Es una mezcla de todo lo que nos define y que cada persona encuentra su rinconcito dentro de ello. Un lugar seguro donde cada uno puede ser y sentir libremente.

Hablando de espacios seguros, vuestras canciones no tienen género y son para todo el colectivo LGTBI+. ¿Por qué es importante para vosotras?

Rebecca: Porque el amor, el disfrute, el duelo… son sentimientos universales. No queremos que nadie sienta que no puede identificarse con nuestras canciones por su identidad o género. Es importante que un hombre cis y una mujer trans puedan cantar una canción por igual, porque al final hay emociones que nos atraviesan a todos. Cuando te dejas una relación, cuando te reencuentras con alguien, son cosas que vivimos las personas, sin importar género u orientación.

Tampoco es fácil para una persona del colectivo acceder a escenarios como el nuestro. Nosotras, como mujeres cis normativas, tenemos ese privilegio y nos parece importante dar visibilidad sin apropiarnos de luchas que no nos corresponden. Queremos que la gente encuentre un espacio para ser y estar. También queremos romper con la idea de que las bandas femeninas solo pueden ser escuchadas por mujeres; nosotras cantamos para todo el mundo, sin etiquetas. A veces parece que si a un hombre le gusta cierto tipo de música es juzgado por ello, y queremos que nuestro espacio sea libre de prejuicios.

Este año vais a sacar un nuevo proyecto que tendrá que ver con los cuatro elementos. ¿Qué nos podéis contar sobre él?

Rebecca: Vamos a sacar cinco canciones, cada una inspirada en un elemento: agua, fuego, aire, tierra y un quinto que es sorpresa. Cada tema tendrá un estilo diferente: el agua es una balada, el fuego es rock, el aire es más techno, la tierra es música más orgánica. Los estilos no tienen nada que ver entre ellos pero hay una cosa que los une, que es el 5.º elemento.

¿Son todas en solitario o habrá alguna colaboración?

Rebecca: Todas llevan compañía.

¿Podéis adelantar algo sobre esas colaboraciones?

Rebecca: Hay un productor catalán muy conocido y una cantante internacional. Pero aún no podemos decir más.

A nivel visual, he leído que este proyecto será más futurista y cuidad. ¿Cómo lo estáis planteando?

Rebecca: De momento todo está en el papel, y el equipo ya tiene una idea de cómo va a ir. Queríamos cerrar bien este tour antes de pasar a la siguiente etapa creativa. Queremos que la estética sea futurista porque nos gusta mucho el color plata y también para darle un giro al pop punk, que no sea solo cuero y negro, sino que incorpore un toque de fantasía. Nos inspira mucho la inteligencia artificial, la moda futurista y el maquillaje experimental, y nos apetece explorar esa estética en este nuevo proyecto.

Si pudierais llevar este proyecto a cualquier escenario del mundo, ¿cuál sería?

Rebeca y Silvia: Apolo tiene buen sonido, pero soñando grande, el Estadio Olímpico o festivales como el Rock In Rio o el Viña Rock.

¿Y cuál es vuestro propósito como grupo para 2025?

Rebecca: Salud, tanto mental como física. Poder hacer lo que nos gusta sin que eso nos pase factura. Y, por supuesto, dejar de ser consideradas artistas emergentes. Es un objetivo difícil, pero posible. Nos gustaría cerrar el año sintiendo que hemos avanzado, que podemos ser reconocidas como artistas revelación en algún momento. Pero lo más importante es la salud, porque sin eso, todo lo demás se cae.