El trío argentino Airbag hizo vibrar la sala Razzmatazz confirmando su estatus de referentes del rock en español con un repertorio cargado de hits y una energía inagotable
Barcelona se vistió de rock argentino el pasado 19 de octubre. Airbag, la banda liderada por los hermanos Sardelli (Gastón, Guido y Pato), aterrizó en la sala Razzmatazz para una cita sold out que prometía intensidad y riffs memorables. Lo que los fans presenciaron fue un verdadero despliegue de potencia y virtuosismo, reafirmando por qué, tras más de 20 años de trayectoria, siguen llenando recintos a ambos lados del Atlántico.
Desde el primer acorde, la atmósfera se encendió. Con «Jinetes cromados» y la combativa «Anarquía en Buenos Aires», el grupo bonaerense marcó el tono: un rock sin concesiones, directo al mentón y con la actitud de quienes están acostumbrados a tocar en grandes estadios. La audiencia de Razzmatazz, formada por seguidores leales y nuevos conversos, coreó cada estrofa, demostrando la sólida conexión de la banda con el público europeo.
La Tormenta de Hits en la Mitad del Show
El concierto pasó rápidamente por los grandes himnos de la banda. El setlist de la noche fue una selección estratégica que combinó la frescura de su material más reciente con los temas que los han elevado a la cima del rock en español.
Los momentos de mayor euforia llegaron con los hits que dominan las listas de reproducción. Temas infaltables como «Perdido» y la aclamada «Vivamos el momento» transformaron la pista en una marea de saltos y cantos. Patricio Sardelli, frontman y guitarra líder, brilló con su característica destreza y energía. La noche continuó con favoritos como «Noches de insomnio» y el potente «Huracán», que suelen disparar la adrenalina. La banda también tuvo tiempo para presentar su gran tema de su último trabajo «Nunca lo olvides», demostrando que, a pesar de su vasta trayectoria, siguen evolucionando y creando música relevante.
Cierre de Oro: Piano y el Delirio Total
Tras la salida del escenario, el grito de «Airbag, Airbag, Airbag» hizo que el trío regresara para el encore más esperado. Sin embargo, el verdadero clímax de la noche estaba reservado. En un giro emotivo, un piano en vivo se convirtió en el protagonista para dar paso al tema más famoso y aclamado de su repertorio: «Por mil noches». La canción desató el delirio total, con la sala Razzmatazz coreando la letra a todo pulmón, transformándose en un himno colectivo que selló la conexión entre la banda y su público.
El concierto de Airbag en Razzmatazz fue más que un show de rock; fue una demostración de talento, conexión inquebrantable con su público y la confirmación de que su música trasciende fronteras y generaciones. Barcelona fue testigo de la fuerza vital del rock bonaerense en su máxima expresión.