La serie de ciencia ficción celebra las fiestas con su modo particular, un episodio para reflexionar y que admite muchos matices.

Con las fiestas de Navidad a la vuelta de la esquina, es buen momento para recuperar este especial de Black Mirror. Dirigido por Carl Tibbets y escrito por Charlie Brooker, el capítulo de 74 minutos se emitió por primera vez en diciembre de 2014. En él se explican los motivos por los que dos hombres pasan la Navidad en un puesto de trabajo aislado y rodeado de nieve.

La esencia de esta serie radica en el protagonismo de la tecnología que influye para bien o para mal en la vida de los personajes. En este caso se trata del Z-Eye, un dispositivo ocular que permite hablar a distancia con otras personas, tomar fotografías y, literalmente, bloquearlas.

Esta tecnología está estrechamente vinculada con los personajes de Matt Trentt, interpretado por Jon Hamm (Mad Men, Baby Driver) y Joe Potter, interpretado por Rafe Spall (Pete versus Life, Jurassic World: El reino caído).

Matt se ocupa de asesorar a los hombres con sus conquistas. A través de monitores, él y sus otros clientes pueden ver todo lo que sucede, dejando completamente expuesta a la mujer, que no sabe que está siendo observada. Este voyeurismo se complica cuando presencian el homicidio de un cliente. 

En el caso de Joe, es mucho más turbio. Después de discutir con su pareja porque ella quiere abortar, bloquea al hombre y decide marcharse. Al cabo de un tiempo, se la encuentra y descubre que ha seguido adelante con el embarazo. Sabe que cada Nochebuena va a comer con su padre, así que cada año decide espiarla para poder ver crecer a su hija. Para él, es una figura borrosa, como su pareja, porque al ser bloqueado legalmente también afecta a su descendencia. Pero cuando la mujer muere en un accidente, puede verla y descubre que no es de él. En un brote de rabia, entra en la casa y mata al abuelo de la pequeña. Ella decide salir la mañana siguiente para pedir ayuda pero muere congelada.

Después conocemos que Matt había hecho un trato con la policía: si Joe hablaba, él se libraría de los cargos por no haber denunciado el crimen que presenció. Otro hecho que conocemos es que los dos hombres se encontraban en un espacio simulado. Además, el Joe de la cabaña es una copia de la conciencia del real, encerrado en un psiquiátrico.

Imagen del trío protagonista del especial navideño/Fuente: Film Affinity

Distintas cárceles

Si hay un tema de este episodio que invite a reflexionar es el de la libertad o, dicho de otro modo, la ausencia de ella.

Durante el episodio conocemos a Greta, interpretada por Oona Chaplin (Juego de Tronos, Taboo), una conciencia que tiene que estar al servicio de la original. Se encuentra en un espacio aparte del nuestro y el tiempo funciona de forma distinta. Al principio se niega a trabajar para ella y dice que no quiere cooperar. Como castigo, y a través de la manipulación de su tiempo, está tres semanas sin poder hacer nada, aunque para el mundo real son escasos minutos. No puede dormir, está privada de libertad, no hay entretenimiento y está sola. Así que, para evitar desquiciarse, acepta forzosamente su trabajo.

Su situación, muy parecida a una forma de esclavitud, se puede relacionar con la conciencia de Joe. En su caso, con la confesión del asesinato, la policía decide torturarlo a mil años suyos por un minuto del nuestro. Así pues, su sentencia es estar en un lugar inexistente del que no puede escapar, está solo y tendrá la sensación que ha vivido un milenio.

El último personaje, Matt, también es privado de su libertad, pero no en el sentido tradicional. No se encuentra atrapado en una cárcel tecnológica como las conciencias ni en una de real como el Joe original. Aunque la policía le ha retirado los cargos, lo ha bloqueado en el registro. Así pues, cuando sale de la comisaría no puede ver a nadie, porque está bloqueado por todo el mundo.

Como en el caso de los otros dos personajes, está condenado a una existencia sin libertad.

Fotograma con los personajes Matt y Greta/Fuente: Sensacine México

El uso del blanco

Para este episodio, Black Mirror ha apostado por el uso del blanco, convirtiéndolo casi en un protagonista más.

Normalmente este color se asocia con la pureza, la paz, a espacios limpios, a la Navidad, entre otros muchos significados con connotaciones positivas. Pero en el especial navideño, el uso de este color se convierte en algo opresivo e incluso claustrofóbico.

Por ejemplo, el blanco es el único color que existe en el mundo de la Greta copiada, que vive encerrada para complacer a la original. También simboliza la soledad que experimentará la copia de Joe mientras esté condenado a mil años por minuto.

De este modo, el blanco navideño se convierte en un castigo para nuestros protagonistas.