La verdad de Chica Sobresalto dejó sin aliento a la capital catalana
Cuando la naturalidad llena una sala de conciertos se nota, se vive de una manera muy especial y lo que ayer vivió la Sala Barts a las 20:30 de la noche fue un ejemplo de ello. Con el cartel de Sold Out colgado en su puerta, Chica Sobresalto llegó para que el público que la acompañase en ese instante se adentrase en una burbuja puramente emocional.
Al entrar en la sala y encontrar mi butaca ya se notaba un ambiente de excitación por lo que íbamos a vivir, donde las ganas de gritar y de llorar estaban presentes en la mirada de cada una de las personas que estaban llenando la sala.
Las luces se apagaron y los corazones de cada chico y chica que estaba ahí presente empezaron a latir más fuerte porque eran conscientes de lo que iba a suceder. Las primeras notas de Somatropina empezaron a sonar y en ese instante, el viaje musical guiado por Chica Sobresalto iba a empezar. Al finalizar el comienzo de Sinapsis, una canción muy suave melódicamente pero con una clara declaración de intenciones, Maialen tuvo sus primeras palabras hacia el público donde la emoción estaba presente en su voz.
Naturalidad musical, eso vivió Barcelona el pasado 23 de mayo
De ahí nos arrancamos con una canción que respira energía y vitalidad, Adrenalina. Anteriormente ya os hablé sobre esta colaboración de Chica Sobresalto junto a Zahara, un tema que en directo te da, como bien indica su nombre, una Adrenalina inigualable. Era muy bonito ver alrededor de mi asiento como el público no dejaba de mirar a la banda y a Maialen, atrayendo al 500% la atención y la sensibilidad de las más de cientos de personas que llenaron la sala ese día.
De la energía nos adentramos a Serotonina, una melancolía galvánica que encogió los corazones de todos y todas. En ese instante empecé a sentir como estaba adentrándome en una burbuja donde me apartaba del mundo, un ambiente diferente. Chica Sobresalto nos adentró en su mundo, siendo muy cautivadores.
Una de las confesiones que nos dijo Chica Sobresalto fue que, entre familia nos dijo, siempre necesitaba hablar al público entre canciones para poder sacar esos nervios que llenaban su estomago a fuera.
Una de tantas demostraciones de su humanidad
De allí nos fuimos a Melatonina, donde la unión musical que presentaron Maialen y la banda fue inigualable. El esqueleto acústico que llenó durante casi 5 minutos fue capaz de erizar la piel de muchos de los que estábamos allí.
Navegantes fue una de las canciones que, personalmente, más me emocionó. La ruptura musical y del tempo que compone este tema es sensibilidad en estado puro, vivirla en directo fue una delicia. De allí vivimos lo que mucha gente ha considerado un himno dentro de Sinapsis, Progesterona. Un tema que muestra la fuerza feminista que llena el alma de Chica Sobresalto, siendo un ejemplo de reivindicación en estos tiempos que corren. El público se dejó la garganta para gritar al mundo esta canción tan necesaria.
Dopamina fue una ruptura clave con tonos de rock, donde Chica Sobresalto se dejó llevar de una manera espléndida, combinando momentos donde lo daba todo en el micro con momentazos en el teclado. La electricidad que rodea este tema lo notamos cada una de las personas que estábamos ahí.
Desde ese instante vivimos un combo de tres canciones que podrían ser el perfecto ejemplo del alma tan real que presenta Chica Sobresalto en su música: Selección Natural, O2 y Menosperdida. Tres canciones donde se grita al amor, tanto propio como hacia alguien y hacia la lucha por sobrevivir en un mundo donde se exige ser perfecto/a cuando debería de ser al contrario.
De allí vivimos un momentazo, Oxitocina llegó para romper a gritos a todo el mundo y más aún con el nuevo formato que podemos encontrar en Sinapsis. Uno de los temas más reconocidos de Chica Sobresalto y con el que dio un golpe en el alma de cada uno de nosotros de una manera impresionante.
Las gargantas del público lo dieron todo sin dudarlo
Volvimos a recordar el álbum de Chica Sobresalto con dos temas , Chico Efervescente y Perdóname Cuerpo por Esta Cabeza, encabezando con ello el comienzo del fin del concierto y a la vez rememorando grandes canciones que nos hicieron conocer a este grupo de Pamplona tan “punky” como la propia Maialen comentó.
Entre medias vivimos una sorpresa, aquella que solo los que tienen Sinapsis en físico conocen y la verdad, fue una delicia descubrirla
Uno de los detalles que fue insuperable e imposible de no notar fue la conexión que tienen entre todos, como con una mirada ya se entienden y saben acompañarse para crear una musicalidad esplendida y eso, dice mucho de cada uno de los componentes de Chica Sobresalto tanto como artistas como de ser humanos.
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Vivimos ese “falso final” donde el momentazo de “tractor amarillo” llegó para darlo todo y para adentrarnos en el final del concierto con Endorfina. Una colaboración muy especial la de Chica Sobresalto con Nixon y para acabar, la gran canción, con la que todo el público rompió a cantarla y a emocionarse: Fusión del Núcleo.
En estos tiempos donde la música vive variaciones día sí y día también, Chica Sobresalto mostró en la Sala Barts un alma diferente, propia, única y con una esencia que llegó al corazón de cada una de las personas que estuvimos allí. Emocionalmente musical, un directo que recomiendo a todos que viváis para llegar a casa sintiéndoos pequeños por lo vivido.