Guitarricadelafuente llenó el Poble Espanyol de Barcelona en su parada en el ALMA Occident 2025

Hay conciertos que se viven con los pies, y otros que se sienten desde el pecho. El de Guitarricadelafuente en el Festival ALMA Occident 2025 fue de los segundos: un ritual de susurros y desgarros, de cuerdas que no solo vibran, sino que acarician.

Presentando Spanish Leather, su segundo álbum, el artista volvió a Barcelona con un show que, sin necesidad de artificios, construyó un universo propio: una mezcla de tradición, deseo, nostalgia y piel. En un Poble Espanyol repleto —donde las gradas se llenaban de cuerpos quietos y atentos y la pista se entregaba con cada verso—, Guitarrica hiló un repertorio valiente que priorizó su nuevo material frente a los himnos de su debut, desafiando al público a escuchar antes que cantar.

Desde el arranque, con esa presencia tímida pero firme, Alberto Lafuente fue desgranando temas como “Full Time Papi”, “Alma de Fuego” o “Cosas Caras”, que funcionan mejor en directo que en disco: ganan cuerpo, ganan piel. El erotismo implícito en muchas letras no es provocación, sino vulnerabilidad expuesta, y eso se traduce en escena con una sobriedad hipnótica.

Pocos artistas logran lo que él: que una guitarra española se sienta a la vez antigua y contemporánea, y que una balada rural pueda hablar de sexualidad fluida o de TikTok sin chirriar. Guitarrica no reniega del folk, pero lo vuelve queer, global, sudado.

Hubo sitio para guiños al pasado —una “Guantanamera” que ya es canto generacional, o una “Nana Triste” recibida con gritos—, pero esta gira no es un greatest hits: es un manifiesto de libertad artística. Las luces suaves, los visuales de estética costumbrista y una banda compacta completaron una experiencia más cercana a una película que a un concierto de verano.

Guitarricadelafuente no busca el hit, busca la verdad. Y anoche, en Barcelona, la encontró.