Rigoberta Bandini se consagra en el Wizink Center de Madrid en un concierto con el cartel de Sold out colgado. Sin duda, uno de los conciertos más esperados de este año.
Llenar un Wizink Center no es algo que pueda hacer cualquiera ni que ocurra todos los días. Y, el viernes, fue el día en el que Paula Ribó y su equipo dieron cuenta de ello.
La vida ha cambiado mucho para esta formación desde su paso por el Benidorm Fest y es que, sin duda, ahora son todo un hito en la música y han conseguido alzar sus canciones como grandes himnos. La gente en Madrid lo sabe y, por ello, no quisieron perderse la cita con el grupo en el gran Wizink Center. Tanto que, el cartel de entradas vendidas llegó a colgarse menos de 24 horas después de su inicio de venta.
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Ladilla Rusa calentó el ambiente en el Wizink
A las 19.30 de la tarde las puertas del Wizink Center se abrieron de par en par para dejar entrar a los seguidores que se agolpaban haciendo fila en los alrededores del lugar. A partir de ese momento, las gradas y la pista se fueron llenando de forma progresiva para esperar a la, ya apodada por sus fans, sacerdotisa de confianza.
Sin embargo, antes de ella tocaba otro espectáculo. Tania y Víctor, más conocidos como Ladilla Rusa, tenían la tarea de animar Madrid en los momentos previos a uno de los conciertos más esperados del año. Ataviados con trajes rojos llenos de brillos y plumas se subieron al escenario para poner en pie a todo el Wizink con temas como Macaulay Culkin, KITT y los coches del pasado o A un metro y medio de ti.
Rigoberta Bandini llega a Ma-ma-ma-madrid
A las 21.30 de la noche las luces volvieron a apagarse. «Hi, I just wanna say hello», como si de un saludo se tratase, fue la frase que abrió el concierto. In Spain we call it Soledad, guiño a Mónica Naranjo incluido, fue la primera canción del setlist.
«Me gusta que la música me haga llorar y bailar a la vez», esta es la frase que tiene Paula en su biografía de Instagram, sin embargo, va más allá que eso. Esa frase es el resumen perfecto para sus conciertos. La noche continuó siendo una Fiesta y después de eso nadie volverá a rechazar un abrazo y menos, un magnum almendrado. Esta canción está situada en la parte de bailar dentro de la afirmación anterior, por lo que, también tocaba llorar. Qué vivir sea un jardín, Cuando tú nazcas o Canciones de amor a ti pusieron al evento el toque melancólico que tanto reivindica la cantante.
Otra de las temáticas favoritas de este grupo es el amor. Y qué mejor manera de homenajearlo que haciendo un remix de canciones de amor. Como yo te amo de Rocío Jurado, Bailar pegados de Sergio Dalma, Eres tú de Mocedades o Hentai de Rosalía fueron algunas de las seleccionadas. Además, La La La de Massiel cerró la recopilación. Una selección que, a pesar de partir del amor, tiene gran guiño al festival de Eurovisión.
Después de esta primera parte de concierto, Paula abandonó su tradicional vestimenta de colegiala y apareció en el escenario con la versión hecha para conciertos del traje que marcó su paso por el Benidorm Fest. No quedaba duda entonces, llegaba uno de los grandes momentos de la noche, los acordes de Ay Mamá comenzaron a sonar y después de eso, todo llegó solo. El Wizink estalló en euforia con uno de los mayores himnos que se han escrito jamás para reivindicar la figura de las mujeres. Memé, la prima de Rigoberta se unió a la causa y, a pesar de estar retirada por el avanzado estado de su embarazo, no dudó en darlo todo, tetas fuera incluido, con este temazo. «No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas» canta Paula y, la gente le apoya, nadie entiende el miedo que dan.
Aprovechando que Memé se había subido al escenario, continuó con otra canción en la que su prima es una gran protagonista. «Dónde están mis perras, dónde están las perras de Madrid», retumbó el Wizink. Tocaba el turno de ladrar y saltar con Perra, otro de los temas que han marcado la carrera de este grupo. Además, una vez acabada continuó la base musical y se desató un rap reinventando la misma canción.
Memé se despidió en lágrimas del público y dio el relevo a otra artista. Amaia Romero pisaba el Wizink Center para acompañar a Rigoberta Bandini en Así Bailaba. Sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la noche lo marcó este tema. Antes de llegar al primer estribillo y, en unos segundos de silencio, los asistentes corearon la canción a pleno pulmón desatando las lágrimas del equipo.
La noche estaba terminándose, pero aún quedaba por desarrollarse la 3º parte del evento y, para ella, Paula debía ataviarse con una gran capa y en su cabeza debía posarse una enorme tiara. El coro joven de Madrid ocupó el espacio vestidos con túnicas en rosa claro. La Emperatriz empezaba a sonar y el «Aleluya» se extendió por todo el estadio desatando la emoción.
Después de esto, ya sí que sí, los minutos hasta el encendido de luces se iban agotando, pero aún quedaba la guinda del pastel. Too many drugs supuso el fin a una noche que quedará para muchos en el recuerdo. Una noche en la que todos los elementos cohesionaban teniendo como pretexto a la locura. Una unión marcada por el caos, en el mejor de los sentidos y es que, eso es Rigoberta Bandini.
Rigoberta Bandini es la mayor expresión de reivindicación, pero, a la vez, la mayor expresión de locura. Es el empoderamiento hecho canción y la feminidad llevada al cántico. Es ya, todo un hito musical.
Le Rigo Tour continúa
Durante estos meses, Rigoberta Bandini seguirá girando por España. Alicante, Sevilla o Madrid ya han sido testigos de la locura que es ver en concierto a esta formación. Sin embargo, aún quedan muchas paradas. Después de esta gira el grupo se tomará un descanso que, por el momento, han calificado de indefinido, pero han prometido volver.
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