El grupo creado en el confinamiento traslada la terraza de su piso de Barcelona al Teatro Cervantes para poner el broche de oro al Festival.
Estábamos ya tan acostumbrados a verlos a través de nuestro móvil a lo largo del confinamiento, que nos da la sensación de que Stay Homas lleva aquí toda la vida y este era solo el sexto concierto de toda su trayectoria.
Tablas no le faltan a ninguno, todos son músicos formados y pertenecen a diferentes bandas: Klaus y Rai tocan con Buhos y acompañaban a Nil Moliner en su banda, y Guillem por su parte se define como trombonista y cheerleader de Doctor Prats.
Pasadas las 20:00 horas, el trío subía casi de puntillas al escenario del Teatro Cervantes ante un público entregado (con un aforo de 65%, el máximo permitido). Avisaban de que sería un concierto especial y diferente, por el enclave en el que se encontraban.
En el escenario, tres sillas de jardín, varias plantas, bombillas, dos guitarras, un bombo a modo de batería, un ukelele, trombón, el famoso cubo de fregar, un organillo Casio (con historia y anécdota incluida) y multitud de elementos de andar por casa: Stay Homas ha trasladado su terraza al escenario. Un buen concepto para comenzar su primera gira teniendo en cuenta las limitaciones del sector cultural actualmente, lo que lo convierte en una propuesta cercana y divertida, como ellos.
Comenzaron con una intro musical, que acompañaron con un pequeño discurso indicando que, al tratarse de una ocasión especial, iban a ir introduciendo cada canción, para acto seguido, cortar el speech con la canción Ta tudo bem, con la que abrieron el concierto. Puede que fuera de las pocas cosas que tenían preparadas. Le siguieron temas como In the end, The bright side, o Te lo digo, Jimmy, esta última, con ayuda del público, que parecía que había ensayado para la ocasión.
Tampoco faltaron las canciones de las colaboraciones que atesoran. Un rumor esperado por el público era que aparecieran los malagueños El Kanka o Pablo Alborán por sorpresa. Esto no sucedió, pero sí entraron por video pregrabado Silvia Pérez Cruz, María José Llergo y Judit Nedderman en las canciones que, como ellos decían, necesitaban voces inimitables.
Klaus era el encargado en la mayoría de las ocasiones de introducir los temas, compartiendo con el público su experiencia confinados, anécdotas de cómo surgieron las colaboraciones y hasta reflexiones sobre la «nueva normalidad» y la situación actual del sector cultural.
Entre medias, hubo de todo: un intermedio rapero («Si sales a la calle tu abuela se muere»), se cantó un cumpleaños feliz improvisado, nos invitaron a «perrear desde el asiento», Rai se cortó y el público le ofreció tiritas, se «suicidó una guitarra»… También algunos fallos técnicos con los instrumentos y momentos de indecisión que hacían palpable el buen rollo que hay entre ellos.
Acabaron con una versión de I got a feeling de los Black Eyed Peas y la sensación al salir era de haber pasado un gran rato entre amigos.
Si vas a ver a Stay Homas sabes que, al menos, vas a pasar un buen rato y disfrutar de una gran variedad de estilos musicales que van del reggae, pasando por la rumba hasta llegar a la bossa nova. Destacamos la frescura y naturalidad que desprenden, lo que no les resta profesionalidad, al contrario, hace que la experiencia sea del todo cercana.
Y es cierto que el concierto se alargó más de lo previsto (ellos mismos comentaron entre risas que aún no habían sido capaces de seguir el minutaje al dedillo), pero el público del Teatro Cervantes aguantó y regaló al trío barcelonés una ovación en pie de varios minutos.
Os confesamos algo: nos quedamos con ganas de más.
Si tu también quieres disfrutarlos en directo, estarán próximamente en: Logroño (04/09), Madrid (13/09) y Zaragoza (18/09).