Entrevistamos a Mr Kilombo para conocer todos los secretos que hay detrás de su nuevo tema En peligro de extinción. Además, reflexionamos sobre el mundo de la música y los proyectos de futuro.
Cuando septiembre parecía que ya estaba acabándose, llegó Mr Kilombo para dar un golpe en la mesa. El día 30 de ese mes publicó En peligro de extinción, una canción que adelanta unas pinceladas de lo que será su nuevo trabajo discográfico.
Sin duda, si hay algo que describe a este músico es su capacidad para hacer sentir al público. Demostrado ha quedado en su trayectoria y en la gente que admira y sigue su trabajo.
¡Hola! Bienvenido a El Foco y gracias por concedernos tu tiempo. ¿Qué tal?
Bien. ¿y tú?
Muy contenta de poder pasar la mañana hablando contigo. Parece que no, pero muchas veces nos dejamos llevar por otras preguntas y nos olvidamos de preguntar algo tan simple como esto.
Acaba de salir tu nuevo single En peligro de extinción. ¿Cómo estás llevando la salida?
Muy guay. Ya tenía ganas. Estamos terminando ya esta gira que, la verdad, ya estoy cansado, pero bien. Ha sido un año muy divertido donde han pasado muchas cosas. Ya estoy proyectando lo nuevo y, por eso, hemos sacado ya dos pildoritas. Es el momento en el que empiezas a materializar todo aquello en lo que llevas meses pensando.
¿Llevas prácticamente 2 años de gira sin parar?
Empezamos en enero de 2020, paramos por el confinamiento y ya no hemos vuelto a parar.
¿Cómo vivís los conciertos?
Lo pasamos muy bien. Tocamos en sitios muy dispares, por lo que sabemos adaptarnos a grandes festivales o a salas pequeñas. Cada concierto es diferente y, en cada uno entran personas diferentes en juego. Es bastante locura porque nos recorremos toda la geografía española en cortos periodos de tiempo. Son muchas horas de carretera y mucho tiempo juntos, por lo que, siempre hay tiempo para hacer tonterías y divertirse.
Tenéis hasta una furgoneta con nombre propio. ¿Kilombeta era?
A la pobre ya le queda poco.
En cuanto a la gira, el día 2 de diciembre tenéis una cita muy especial en La Riviera de Madrid. ¿Nervioso?
Llevamos vendida más de la mitad, a ver si conseguimos llenarla entera. Me parece algo impensable para mi yo adolescente. He visto multitud de conciertos en la Riviera de artistas a los que admiro y nunca pensaba que llegaría a ocupar ese escenario. Es un shock.
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Volvamos al nuevo tema, ¿cómo nace?
A mí me gusta que sean procesos cortos. Le doy vueltas a una idea y en cuanto la tengo concretada la produzco y la saco rápido. No me gusta aguantar mucho los tiempos. Soy totalmente autogestionado a nivel discográfico, por lo que puedo sacar un tema cuando quiera.
Este tema nace en un sentimiento que tenía de estar perdiéndome cosas por tener que hacer conciertos. En concreto, mis amigos se iban de casa rural y yo no podía porque tenía un bolo. Y reflexionando sobre eso salió este tema.
Te acabas de definir como tu propia discografía y, además, haces alusión a la vida del artista. ¿Es complicada?
Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. A mí no me parece difícil porque es algo pasional. Para mí el mejor plan del mundo es dar un concierto. Lo era cuando no me pagaban nada, así que, imagínate ahora que me pagan.
Antes, cada vez que nos dejaban hacer un bolo lo celebraba como una verdadera fiesta. Ahora, hemos conseguido que sea nuestro modo de vida y eso es muy bonito. Si no me dedicara a la música, sería cualquier cosa y los fines de semana haría música. No concibo la vida de otra manera.
Me sorprende mucho el título de la canción
Este tema es una reflexión sobre la amistad y sobre la vorágine del día a día. Sobre como las cosas te eligen a ti y no al revés. Por eso, hay que dejar espacios para las cosas que crees importantes y saber decidir sobre lo que verdaderamente te aporta.
La especie en peligro en extinción no es nadie en concreto. Es la rutina y hasta qué punto necesitamos vivir de una cierta manera para sentirnos parte de un núcleo mayor.
Llevas muchos años en la música. ¿Qué balance haces por el momento?
Ha sido todo muy progresivo. Llevo mucho tiempo haciendo discos y la gente ha ido llegando poco a poco. Además, las carreras largas son de vaivenes. A mí me ha gustado siempre todo: tocar en la calle, en grandes salas o en teatros pequeños. Parece que cuando alguien arranca una carrera música el objetivo es alcanzar el mayor éxito y, realmente, el objetivo debe residir en disfrutarlo. La envergadura que tome no me parece relevante. De hecho, mis discos favoritos no tienen precisamente muchas escuchas. ¿Qué es más importante que mucha gente te tolere o que les gustes mucho a unos pocos?
Ya que hablas de momentos. Cuéntanos alguna anécdota de tu carrera.
He tenido muchas. Recuerdo un día que tocamos en unas fiestas patronales que organizaba los40 en Santiago y fue un concierto chulísimo. Al acabar, dije que iba a vender discos en el puesto de merchandising y no vendí ni uno, sin embargo, al día siguiente toqué en un bar pequeño de Hospitalet donde solo había vendido 18 entradas y, al contrario, vendí 16 discos. Ese día me di cuenta de que mi camino debía ir orientado a ese tipo de público.
¿Cómo es la relación con la gente que te sigue?
Hay de todo. Diferentes niveles de compromiso. Hay gente que te escucha mucho o gente que escucha canciones sueltas. Tengo público muy diverso. Me siento muy orgulloso de la gente que me sigue. No hay nada muy marcado. Hay gente de todas las edades y maneras. Cuando entro a mis conciertos pienso: «si yo no tocase aquí, este sería un sitio donde me sentiría cómodo tomándome una cerveza.»
Y, ¿cómo es tu relación con el resto de la industria musical?
Es una vida muy individualista. Hay días en concreto donde te juntas con mucha gente, pero normalmente cada uno tiene su horario en concreto. Tengo muy buenos amigos, pero la gente se cree que estamos siempre juntos y por los cruces de agenda es prácticamente imposible.
Mi relación con los artistas que colaboro es de amistad. Todo surge de forma espontánea. Primero, nos une la música y, luego, ocurre todo lo demás. Intento guardar unos días al mes para hacer comidas con ellos. Siempre, con sobremesa y guitarras que es de dónde venimos.
Hablando de artistas, ¿quiénes son o han sido tus referentes?
Tengo referencias muy dispares. Por ejemplo, los Red Hot Chili Peppers o Bob Marley. También, Drexler, Sabina o Natalia Lafourcade.
Has colaborado con muchos artistas, pero seguro que te queda alguna por hacer. ¿Con quién te gustaría?
Hay un montón. Natalia Lafourcade me encantaría. Con Sabina, adoro sus letras.
Aunque, yo cada vez reivindico más hacer canciones uno solo sin colaboraciones. A mí me encanta consumir discos y que haya un hilo que una todas las canciones, por eso, prefiero escuchar a la persona sola y no a voces que pueden resultar desconocidas para el proceso de escucha. Yo creo una relación de intimidad con los artistas que me gustan y pierdo la onda si hay muchas colaboraciones.
Pasemos a un punto más personal. He estado mirando descripciones que hacían otros periodistas sobre ti, pero prefiero que lo hagas tú. ¿Cómo te definirías?
Yo soy incapaz. Es algo que me aterra. Yo prefiero que lo hagan los periodistas. Yo hago lo que buenamente puedo con mi guitarra. No tengo intención de hacer géneros o estilos concretos, Es un horror tener que encasillarte. Prefiero que la gente se ponga mi música y opinen directamente.
Te llamas Miki Ramírez, pero a la vez, eres Mr Kilombo. Como un alter ego. ¿Qué hay del uno en el otro?
Yo creo que hay una fusión total. No hago canciones desde otro lugar que no sea mi propia visión. En la música no existen personajes. Me puse otro nombre por tener un escudo. Es una manera de indicar que me da un poco de pudor estar expuesto públicamente, pero creo que en la música no hay personajes. Es imposible no hacer música desde mí.
Por terminar, ¿qué te depara el futuro?
El 2 de diciembre nos vemos en La Riviera y después nos vamos a pegar unas vacaciones. Ya hay mucho del nuevo disco pensado y también necesito tiempo para preparar los nuevos shows. Además, el año que viene la familia crece con nuevos músicos.
Muchas gracias y qué todo vaya bien.