Entrevistamos a David Luengas para conocer más a fondo su último single, Divas Esquivas, y descubrir lo que hay detrás de este cantautor vasco autodidacta
¿Cómo definirías Divas Esquivas?
Divas Esquivas es una canción que podría catalogar como pop-rock. Es una canción fresca, con una letra con metáforas y versos bien construidos y que está basada en una experiencia personal.
¿De qué habla la canción?
Está inspirada, de hecho, en mi propia experiencia en la plataforma Tinder. Pero no en las experiencias que he tenido en las citas, sino en la frustración, en la forma en la que se consume de forma directa, sin ningún tipo de norma de educación, muy deshumanizado. Tú pasas perfiles y son como estereotipos; seguramente detrás de ese perfil hay una persona, pero no te da opción tampoco a conocerla, a no ser que coincidan los dos. Entonces, la canción trata sobre eso. Es un desahogo, pero también una declaración de intenciones.
Hablando de estereotipos, ¿para ti cuál es el peor? O el que te da más rabia.
En general, que muchos perfiles salen posando. Todos saben hacer escalada o les gustan los deportes de riesgo, el trekking,… Y es como: relax. A mí me gusta estar en el sofá tranquilo, me gusta pasear, me gusta hacer otro tipo de actividades. En las redes sociales en general intentamos mostrar nuestra mejor cara, nuestra mejor pose, y el postureo frustra.
¿Cómo fue todo el proceso de creación del videoclip de Divas Esquivas?
Es la primera canción que he sacado con videoclip. Como habla sobre, precisamente, una plataforma que es tan audiovisual, desde el primer momento tenía claro que iba a salir con videoclip y tenía imágenes fijas de lo que quería retratar. Cuando fui al estudio de grabación les sorprendió un poco porque no están acostumbrados a que tenga tan claro lo que quiero contar en cada parte de la canción. Y tuvieron un poquito menos libertad como creativos, porque marqué muchas cosas que quería que el videoclip contara y que fueran plasmadas en él.
¿Cómo es tu relación con tu equipo a la hora de decidir cómo vais a hacer un videoclip o cómo vais a orientar la producción de una canción?
En el primer disco que saqué, Palabras Rescatadas, grabé la guitarra y el bajo yo mismo con un compañero en un estudio casero; luego le llevé las canciones al productor y él me las arregló bastante, me las vistió muy bonitas. Ahora, voy sacando singles sueltos y controlo cada vez más ese proceso; qué instrumentación quiero en cada canción o hacia donde quiero enfocar esa canción. Y cada vez más voy contando con los músicos que suelen venir conmigo a los directos para que me ayuden con los arreglos. Y les doy esta también libertad para que ellos puedan meter sus arreglos.
Desde tu primer disco, Palabras Rescatadas, has sacado solamente dos singles, pero ahora comentabas que ibas a ir sacando más singles. ¿Cuál es tu plan de acción?
Mi plan de acción es ir sacando cositas según me vayan viniendo y las produciendo. El primer disco salió y desde entonces he estado dando bastantes conciertos, rodando por ahí y disfrutándolo. Y así como en el 2019 tuve una época muy fértil de composición, donde se dieron todas esas letras y melodías que rescaté en el disco, luego me ha costado más componer. Y no me gusta componer por componer, cuando compongo me gusta contar algo. Por eso he estado un tiempo sin sacar nada. Ahora estoy en una época, otra vez, en la que me están viniendo a la mente canciones y ya tengo el proyecto de grabar la próxima canción, que va a ser un rock and roll. Pero esto no se puede forzar, la inspiración surge o no surge. Y como es difícil juntar diez canciones, pues vamos haciendo.
¿Cuál dirías que es tu propósito o tu razón de ser como artista?
Contar las historias, ser muy coherente con lo que canto y con lo que cuento. Procuro que sean letras de verdad, honestas, emotivas, y reflejar mi carácter en ellas. Sí que creo que tengo una forma muy característica, muy poética, de expresarme. Por eso no encajo en Tinder, pero soy demasiado poético y no muy directo. Entonces, ese es mi sello de identidad.
¿Cómo definirías tu sonido?
Mi estilo es no tener estilo. Al ser un músico autodidacta, cuando he compuesto una canción ha ido surgiendo de una forma muy instintiva e intuitiva. No me planteo de qué estilo voy a componer una canción sino que dejo que fluya un poquito.
Comentas que eres autodidacta, ¿en qué momento decidiste lanzarte y empezar en el mundo de la música?
A los 15 años me regalaron mi primera guitarra y me gustaba tocar las canciones que me gustaban y de los artistas que admiraba. Y me gustaba cantar yo solo en mi habitación. También me ha gustado siempre escribir poesía y me he encargado de hacer pregones en el pueblo de veraneo. Se me daba bien contar historias de los demás. Pero sí que es verdad que he tenido una especie de vacío durante muchos años en el que si me ponía a intentar escribir tenía ese síndrome del folio en blanco, no me venían historias y era un poco frustrante. Y llega un momento dado en el 2018, con unos cambios muy importantes en mi vida que desencadenaron eso, esa explosión de expresarme a través de la música por fin. Por eso el título del disco fue Palabras Rescatadas, porque siempre tenía la sensación de que había unas palabras, unas melodías, pero nunca había sido lo suficientemente valiente como para lanzarme a ese rescate.
¿Dirías que creas para expresarte o para transmitir algo al público?
Para expresarme, pero también es súper importante conectar con el público y yo quiero que se sientan identificados con mis historias.
Desde que sacaste Palabras Rescatadas hasta ahora has pasado por un montón de escenarios en muchísimos formatos distintos. ¿Cómo está siendo este viaje?
Es un aprendizaje continuo. Los del mundo del fútbol suelen decir que hay que ir partido a partido; si lo extrapolamos sería ir escenario a escenario. He ido descubriendo cada sitio, he dado conciertos un poquito a lo grande, he ido yendo a pequeñas salas a diferentes locales de hostelería, bares que programan música habitualmente,… Y descubriendo nuevos públicos, buscando la complicidad en las miradas de la gente que tienes enfrente.
¿Qué es lo que más disfrutas de los conciertos, sean en el formato que sean?
Esa conexión con el público, es algo muy mágico. En esas miradas de complicidad, esas que te están mirando sonriendo. Ese contacto me gusta mucho. Lo he vivido en el teatro antes que en la música, porque me gustaba hacer monólogos mezclando música y teatro.
Si pudieras haber creado o compuesto una canción de uno de tus referentes y que fuera tuya, ¿cuál te gustaría que fuera?
Por ejemplo, una balada que me encanta y que la suelo versionar es una de Quique González, que es un tema muy conocido que le cedió a Enrique Urquijo, Aunque Tú No Lo Sepas. Es una canción que está basada en un poema y que me parece preciosa.
¿Qué vamos a poder ver de ti próximamente?
El otro día, empecé a escribir un rock and roll que me salió muy de repente, tirando de los recuerdos de una diva que no fue tan esquiva en este caso. Y eso es lo que voy a hacer: grabarla en cuanto pueda.