Marta Martí, Yolancris e Isabel Sanchis protagonizan una jornada inaugural marcada por la creatividad y el poder de la moda nupcial española

Barcelona se ha convertido, un año más, en el epicentro de la moda nupcial internacional. La Barcelona Bridal Fashion Week 2025 (BBFW) abrió sus puertas este martes 23 de abril, y lo hizo en una fecha especialmente simbólica: el Día de Sant Jordi, una de las celebraciones más queridas de Catalunya. Entre rosas, libros y calles llenas de vida, la moda nupcial se sumó a la fiesta cultural barcelonesa con una jornada inaugural vibrante, elegante y llena de talento nacional.

El evento arrancó con la colección de Marta Martí, quien sorprendió con una propuesta centrada en la feminidad contemporánea. Sus diseños apostaron por líneas depuradas, tejidos vaporosos y detalles artesanales que reivindican la belleza de lo sutil. El desfile tuvo una clara inspiración mediterránea, con referencias a la luz, la brisa y la naturalidad, en consonancia con la identidad de la diseñadora barcelonesa.

A continuación, la firma Yolancris —dirigida por las hermanas Yolanda y Cristina Pérez— llevó a la pasarela una explosión de creatividad. Con una apuesta por la novia bohemia, sus creaciones fusionaron técnicas tradicionales como el encaje y el crochet con siluetas contemporáneas, transparencias atrevidas y detalles florales tridimensionales. La puesta en escena fue audaz, y reafirmó el papel de la firma como una de las más innovadoras del panorama nupcial europeo.

El cierre de la jornada lo protagonizó la veterana Isabel Sanchis, cuyo desfile fue una oda al volumen, la elegancia y la sofisticación. Con más de 30 años de trayectoria y presencia en más de 40 países, la diseñadora valenciana presentó una colección de alta costura pensada para una novia segura de sí misma, amante del arte textil y de los cortes esculturales. Brillos, plumas, bordados a mano y capas majestuosas hicieron que su desfile fuera uno de los más aplaudidos de la noche.

Pese a la ausencia de algunas grandes casas tradicionales como Pronovias o Rosa Clará, la BBFW 2025 ha sabido mantener su atractivo y relevancia. Esta edición cuenta con la participación de más de 450 marcas, un 82% internacionales, consolidando el evento como una plataforma clave para la industria nupcial a nivel global. Además de los desfiles, el salón comercial y los encuentros entre diseñadores, compradores y prensa especializada refuerzan el impacto económico y cultural del certamen.

En palabras de su directora, “la Bridal Fashion Week de Barcelona es mucho más que un escaparate de vestidos; es un punto de encuentro donde se define el futuro del sector”. Y este año, con el espíritu de Sant Jordi de fondo, ese futuro ha empezado con estilo, talento y mucha ilusión.