La madrileña Sala Vesta acoge la presentación del primer disco del ceutí rodeado de seguidores y amigos.

El Rastro, primera canción que me topé por casualidad del nuevo sonido de Gèrard era lo que me acompañaba a un nivel bastante alto en mis auriculares mientras paseaba por Chueca de camino a la Sala Vesta.

Giré por la calle Barquillo hasta la puerta, y yo, que intento siempre llegar con algo de tiempo a los sitios, entré directamente en la sala para buscar a Patricia, el contacto que nos facilitó el pase de prensa. Para mi sorpresa, pillé a Gèrard acompañado de Carlos Clerencia y Carlos Coronado dando los últimos retoques técnicos del bolo. Se respiraba un ambiente de ese nerviosismo del bueno, nada tenso de problemas de última hora.

Volví sobre mis pasos para esperar fuera, y poco a poco, en la calle Piamonte empezaba a dibujarse una gran cola que formaban seguidores y amigos del cantante (entre otros, Rafa Romera, Anaju, Bely Basarte o Maximiliano Calvo), todos expectantes ante el directo.

Pasadas las 21:30 nos encontrábamos todos en la acogedora sala esperando a un Gèrard que, aparentemente tranquilo de puertas para fuera, desfilaba entre el público camino al escenario mientras saludaba a toda cara conocida. De hecho, había un ambiente tan familiar, que en algún momento tenía la sensación de haberme colado en una reunión de amigos.

Y es que no era una noche cualquiera, estrenaba su proyecto más especial hasta la fecha: primer disco, autoeditado y producido por y entre amigxs.

Cerca de las 22:00 el ceutí pisaba el escenario y cogía la guitarra. 1, 2, 3… se acerca el técnico y le pregunta si tiene la guitarra conectada. Y ahora sí, risas que destensan y el primer Buah! de la noche dan paso a los primeros acordes de Enero.

Gèrard en un momento de la presentación | Alicia Navarro – El Foco

La magia del directo

BUAH! es lo primero que literalmente pasa por tu cabeza tras escuchar el directo unplagged de Gèrard en la Sala Vesta (¿habéis visto cómo hilo? En mi defensa diré que decir Buah! a cualquier cosa que dijera el cantante ese día estaba permitido tanto por él como por todos los que asistimos).

Mira que me ha gustado el viaje sonoro del disco, pero Gèrard en la distancia corta, en semi acústico, tiene una magia diferente, y escuchar por ejemplo o Metrópoli en directo es completamente diferente. Es una de las cosas que más me gustan de los directos es que los artistas hagan aún más suyas sus canciones según su estado de ánimo, el escenario o público al que se enfrenten.

Así, por ejemplo, con Caí de repente todos sus amigos ejercieron de coro improvisado desde el público con los “papapaparapa”. He de decir que me quedé con ganas de más esperando a que hubiera algún  bis de esos “paparapas” solo con percusión o guitarra para cerrar el tema.

Además de los ‘Carlos’ (Clerencia y Coronado a la batería), Gèrard estuvo acompañado en el escenario de Yarea para Pido Perdón, Roy Borland con OH! y Álex Granero con quien comparte Una Salida. Y también invitó al escenario a Alberto Vela, que lo acompañó con su talento a la guitarra y nos dejó una de las frases de la noche: ‘No sabía que tenía que traer cuaderno porque esto es una pura clase de flow’.

Y no solo tuvo tiempo Gèrard para presentar su disco, sino que también se acordó de dar promo a los proyectos de amigos artistas que salían esa noche y se encontraban entre el público, como Flowers on your bed de St. Woods o Nubes Negras de Javypablo ft Tu Otra Bonita.

Tras No me duele más llegó un encore algo interruptus (en el set list se podía leer un “nos vamos”) ya que casi no salieron del escenario y para acabar, nos contó la conocida historia de su etapa en Sevilla que originó Metrópolis. Y así, cantada por todo el público, fue el fin perfecto a este concierto-fiesta entre amigos.

 

Gèrard saludando junto a sus músicos Carlos Clerencia y Carlos Coronado | Alicia Navarro – El Foco

Buah!, su esperado primer disco

El mismo artista presentaba cada uno de los temas, indicando que el disco está pensado como 12 temas que representan 12 meses, de ahí que empiece con Enero y acabe con Zzz. Un calendario de anécdotas e historias vividas en primera persona y contadas con un sonido urbano, con algún ápice de bosanova, pop y R&B. Bases sólidas y letras claras cierran esta primera presentación.

Han pasado dos años desde que le conocimos en aquel programa, pero por fin escuchamos al Gèrard que ha encontrado su sonido y cuenta sus historias. Tenemos muchas ganas de ver por dónde continúa esta nueva etapa que empieza con Buah! pero que ya nos deja con ganas de decir Wow!