El artista malagueño cerró el ciclo de conciertos del Madrid Summer Fest por todo lo alto y con un espectáculo cargado de emociones.
Pablo López y un piano. Pocas cosas más hacen falta para que el mundo se pare por completo. Con un público totalmente entregado y unas ganas enormes por parte del malagueño de compartir su música, todo apuntaba a que iba a ser un concierto especial en el WiZink Centre de la capital, el último del ciclo del festival Madriz Summer Fest.
A pesar del aforo reducido —debido a las recientes medidas de distancia y seguridad por el Covid-19— el artista consiguió llenar con su voz y su piano cada uno de los rincones del recinto. Los asientos vacíos y las sillas separadas no fueron ningún impedimento para que el artista se entregara totalmente a su público y les regalara un pedacito de él y sus canciones por una noche más.
A lo largo del espectáculo sonaron temas como Tempo, El Mundo, Te Espero Aquí, VI, Mamma No o la ya conocida por todos, El Patio. También pudimos escuchar canciones más recientes como Mariposa, Tempo y KLPSO, los cuales fueron un éxito rotundo. Y es que el coach de La Voz ya lo venía avisando desde antes a través de sus redes sociales: iba a ser un concierto donde lo iba a dar todo y más en su rencuentro con el público madrileño.
Por otro lado, tampoco faltaron las sorpresas. Además de arrancar con Hoy Puede Ser Un Gran Día, también hubo lugar para brindar un pequeño homenaje a Pau Donés. El artista se atrevió con La quiero a morir, la versión de la banda Jarabe de Palo junto con Alejandro Sanz.
Como ya era de esperar, el cantante consiguió hacer Sold Out rápidamente a lo largo de las primeras horas en cuanto salieron las entradas a la venta. ¡Pablo López siempre es garantía de éxito y así lo demostró! “Lo bonito es que estamos aquí, y estamos haciendo música”, dijo en un momento de la noche, mostrándose así muy agradecido con su público y con la posibilidad de traer de nuevo la cultura encima de los escenarios.
Sin duda se trató de un concierto inolvidable en la capital y que dejó con ganas de más a todos sus asistentes. Por suerte, la música de Pablo López nunca muere y el artista promete quedarse por muchos años más, regalándonos temas sorprendentes.