El evento ha reunido a más de 76.000 asistentes en su entrega más sostenible
Después de tres días llenos de música y diversión, el Festival Cruïlla de Barcelona llegó a su última jornada en el Parc del Fòrum con grandes artistas.
La jornada comenzó en el escenario Johnnie Walker con el enérgico rock de Mourn, proveniente de Maresme. A su vez, el escenario Comedy se llenó de risas con reconocidos humoristas como Carmen Lynch, IgnatiusFarray, Marc Sarrats, Adri Romeo y Ana Polo. La tarde transcurrió en un ambiente de buen rollo y pop gracias a las actuaciones de Suu y Dani Fernández.
Uno de los momentos más esperados fue el regreso de los mallorquines Antònia Font, en el Escenario Estrella Damm. Tras diez años de retiro, reiniciaron el proyecto en 2022, para alegría de sus fieles seguidores. Al mismo tiempo, Sienna, el artista valenciano, interpretó las emocionantes canciones de su último trabajo.
Tampoco defraudó Leiva como una de las apuestas más seguras del rock estatal. Centenares de personas bailaron al ritmo de algunos de sus temas más míticos como ‘Como si fueras a Morir Mañana’, o ‘Terriblemente Cruel’.
A su vez, la diva del pop, Amaia presentó su nuevo álbum «Cuando no sé quién soy».
También estuvo presente el rock alternativo de los británicos, Placebo, en el Escenario Estrella Damm. La banda hizo vibrar al público con sus míticas canciones.
El escenario Oxfam Intermón recibió al reconocido productor Parov Stelar, quien presentó su inconfundible estilo de electro-swing. Simultáneamente, Stay Homas y Renaldo&Clara, artistas del pop catalán actual, se encargaron de mantener el ritmo en alto.
La noche llegó a su fin con el talento de los cantautores Pau Vallvé, originario de Barcelona, y Ramón Mirabet, de Sant Feliu del Llobregat, en el escenario Vallformosa. Mientras que la carpa de Johnnie Walker se incendió con el punk-pop bizarro de Shego. Para cerrar con broche de oro, desde la cuna de la electrónica, Moderat trajo la fiesta berlinesa al Cruïlla.
Un festival que se despide de su edición más sostenible con la satisfacción de haber acogido a 76.000 personas. Una vez más, esta macrocita musical barcelonesa demostró su cercanía con el público y su compromiso de ofrecer una experiencia única y diversa en un formato especialmente diseñado para la ciudad que lo acoge.