Entrevistamos a Luis Abad, quien nos ha hablado de su segundo disco Memories así como de su trayectoria profesional.
Luis Abad es un joven DJ y productor valenciano de 22 años cuyo interés por la música surgió desde bien pequeño. A los 14 años empezó a pinchar en discotecas de Valencia y gracias a su gran evolución profesional ha logrado pinchar en varios festivales de gran importancia nacional como Paellas Universitarias y en discotecas como BCM Planet Dance de Mallorca. Actualmente es DJ residente en la discoteca Jardines de Tabarca y en Dos Lunas Beach.
¿Cómo fueron tus inicios musicales?
Mi interés en la música en general surge desde pequeño porque empecé en el conservatorio a los seis años. En cuanto a la música electrónica empecé a interesarme al escuchar la radio, más o menos cuando empezaron a sonar David Guetta o Edward Maya por 2008 o así. Entonces comencé a escuchar mucho esas canciones y nada, poco a poco fui comprándome mesas de mezcla baratas y materiales…. Hasta que con 14 años hice un casting de DJ en una discoteca light y me cogieron, ahí fue cuando empecé a pinchar.
¿Que instrumento tocabas en el conservatorio?
El oboe. También sé un poco de piano porque te lo meten obligatorio en el conservatorio y la verdad es que me ha ayudado mucho a la hora de producir música.
¿Te has planteado componer y cantar canciones propias?
A veces ayudo a los artistas con los que trabajo en el contenido de la letra en cuanto a temas de los que se quiere hablar, eso la verdad es que me gusta mucho, pero componer yo solo como cantautor no me veo capaz de momento.
¿Quiénes son tus referentes?
Mi mayor referente sin duda alguna sería Avicii. Luego también tengo otros como Skrillex o Martin Garrix.
¿Crees que actualmente la labor de los productores está invisibilizada?
Afortunadamente cada vez menos. Hay gente como C. Tangana o Recycled J que les están dando mucha visibilidad a los productores. Por ejemplo, desde que Alitz empezó a ser el productor de C. Tangana dejaron de poner al productor en los créditos y lo empezaron a poner en el título y desde entonces se está haciendo un montón. Sí que es verdad que por ejemplo en la música urbana eso no pasa y los productores pasan más desapercibidos.
Si tuvieses que elegir entre ser productor o DJ, ¿qué elegirías y por qué?
Elegiría sin duda alguna ser productor porque tengo total libertad para todo. Cuando yo voy a pinchar a un sitio a mi se me llama para que cumpla con el estilo de música del sitio, no para pinchar lo que a mi me gusta o lo que me apetece en ese momento, por lo que hay que saber adaptarse en todo momento y no tienes tanta libertad.
¿Cómo ha afectado la crisis del COVID-19 en tu trabajo?
Pues imagínate, me han cancelado todas las fechas de bolos en fiestas de pueblos que tenía planeadas. Aun así, tengo bastante suerte porque estaré pinchando en algunas discotecas de Valencia en verano, eso si, cumpliendo con todas las medidas.
El pasado mes de octubre sacaste tu primer disco de estudio, llamado Diamonds. En él hay una canción que se llama El Poder de la Música, pero, ¿para ti qué es el poder de la música?
El mensaje de esta canción es que la música te puede llevar donde quiere. Cuando yo hago música, con unos ritmos determinados o con letras puedo hacer que tu te muevas de una forma o que pienses «X» cosa. Quería reflejar un poco el poder que tenemos la gente que hacemos música ya que nosotros podemos influir en todo y podemos cambiar muchas cosas, porque la música tiene muchos más mensajes de los que la gente se piensa. Es un poco eso, que la música es un lenguaje más.
En abril de este año sacaste tu segundo disco, Memories, ¿en conjunto, qué significa para ti este disco?
Pff, muchas cosas. Yo es que cada vez que hago un disco es por algo, en conjunto es recordar un poco la gente que siempre ha estado conmigo, de hecho, la portada son fotos antiguas de mis familiares y mías. También tiene un toque vintage porque muchas canciones tienen incorporado el ruido del vinilo al principio y al final, entonces es como que pegaba mucho con toda la estética del álbum.
Lo que si que hemos visto es una clara evolución en cuanto a sonido entre el primer disco y el segundo.
Sí, me lo dicen mucho. El segundo es mucho más acústico y chill digamos, lleva mucha más guitarra, pianos y es más relajado. Ahora mismo es lo que estoy intentando hacer, que todas mis canciones lleven guitarras y que este estilo que me identifique un poco. También es porque hay un cambio brutal en cuanto al sonido, el primero fue mucho más electrónico y ahora he evolucionado porque hacer un álbum te enseña muchas cosas.
¿Cómo es el proceso de creación de las canciones?
A mi siempre me gusta estar haciendo cosas y me gusta tener mucha continuidad en cuanto a la creación de canciones. Cuando estoy atascado y no me sale hacer nada lo que hago es ponerme a escuchar muchísima música y entonces ahí es cuando encuentro la inspiración para expresar lo que siento en ese momento. A partir de ahí escojo una determinada letra o una música instrumental que me transmita mucho y me pongo a elaborar la canción.
Hace nada también sacaste tu último single llamado Save the World, ¿qué nos quieres transmitir con esta canción?
Es básicamente un tema que habla de que tenemos que cuidar el mundo porque es lo más valioso que tenemos y digamos que es una mezcla del rollo que hice en el álbum pero pasado a otro rollo cuando rompe para también ir probando otros estilos.
Has tocado en discotecas de reconocimiento mundial como BCM Planet en Mallorca y también en festivales nacionales como Paellas Universitarias o el Marenostrum pero, ¿cuál ha sido tu experiencia profesional más especial hasta ahora?
Me quedaría con mi primer año en Paellas Universitarias, porque yo en principio iba a tocar en el típico coche Red Bull que ponen a la entrada pero al final pinché en el escenario secundario y fue increíble porque tocar en un escenario así de grande y desde el cual tu miras al público y no ves el final… fue una pasada y más al ser mi primera vez, lo disfruté muchísimo.