Entrevistamos a Luna, quinta finalista de MasterChef 8 y repasamos su paso por el programa
Luna Zacharías ha sido el nervio y el amor Canario por excelencia durante la recién finalizada octava edición de MasterChef. Además de inculcarnos el amor por la comida vegetal gracias a sus dotes para la cocina, nos ha llegado a emocionar por su perseverancia ante el estrés que le ha caracterizado en las respectivas galas.
Sin duda, es un ejemplo tanto dentro como fuera de las cocinas y una vez relajada tras haber ejercido su dotes para el yoga, le hemos realizado la siguiente entrevista.
¿Qué te motivó a entrar a MasterChef?
Quienes me motivaron a entrar en MasterChef fueron mi familia, mis tías y mi madre. Un día, le mandé un vídeo a mi madre de lo que había cocinado y todos me motivaron a inscribirme al casting. Ellas sabían lo que me apasionaba la cocina.
¿Qué aspectos de la gastronomía te llaman más la atención?
De la cocina me gusta muchísimo los platos saludables, sanos y sabrosos! Siempre partiendo de una base tradicional y dándole mis toques diferentes. La vanguardia me llama muchísimo la atención y ahora que la he aprendido en el programa la pienso incluir en algunas de mis recetas.
¿Qué te ha aportado cada uno de los jueces?
Los jueces han sido para mí un grandísimo apoyo. Me he sentido súper cómoda con ellos. ¡Samantha Vallejo-Nágera me transmitía una calma! Como si fuera mi madre. ¡Le cogí muchísimo cariño! ¡A Pepe Rodríguez le amo! Me he reído con sus bromas lo las grande. Su humor me ayudaba a calmar un poco mis nervios. Jordi Cruz es para mí todo un referente. Es un ser impecable. Amo su transparencia y sus ganas de querer que aprendamos, que evolucionemos y nos saliera todo perfecto. ¡Así me motivaba!
El pájaro de Saray, tu relación con Alberto o el pique entre Andy e Iván son una muestra de que esta edición no pasará inadvertida. Sin embargo, hay gente que la mira con cierto escepticismo. ¿Consideras que ha bajado el nivel de MasterChef con respecto a ediciones anteriores?
Estoy muy, pero que muy orgullosa de esta edición. Con todas las historias que he vivido junto a todos mis compañeros. No sé si hay ediciones anteriores con mejor nivel, lo que sí sé es que hemos ido creciendo y evolucionando en las cocinas y al final se han quedado los que de verdad aman, valoran y han logrado el nivel que el programa ha exigido siempre. Nos hemos enfrentado a pruebas muy exigentes.
¿Qué técnicas culinarias has profundizado en mayor medida durante el confinamiento?
Recuerdo que me volví loca haciendo postres, atemperando chocolates, haciendo esferas, velos, caviares… ¡Mucha vanguardia y mucho dulce! Engordamos mucho haha.
Además de la gestión del estrés, ¿qué le ha faltado a Luna para acabar de conseguir la codiciada chaquetilla blanca?
Me pudo la presión y los nervios. Debería haber hecho más yoga y haber confiado más en mí y en mi cocina.
De las personas que no llegaron a la final, ¿quiénes merecieron llevar la chaquetilla blanca?
Alberto y yo. ¡Nos la merecíamos!
Juana es una de las personas que más ha sido admirada. ¿Ha sido como una madre para ti durante el concurso?
Juana ha sido la alegría de la casa. No he conocido a un ser tan generoso y con tanta energía. ¡Juana siempre estaba cerca! ¡¡La amamos!! Para mí, es la mejor.
¿Cómo influye el amor dentro de un programa de tal exigencia? ¿Te imaginabas entrar sola e irte de la mano de Alberto?
(Ríe) No me imaginaba para nada conocer a una persona tan bonita y especial como Alberto dentro de MasterChef. ¡Tampoco me imaginaba acabar así el programa! Nos dejamos llevar, fluimos y así se dio todo lo demás.
Exceptuando la gastronomía canaria, ¿cuál ha sido la región que más te ha atrapado por su Gastronomía?
Amo la gastronomía del norte. ¡Estoy deseando ir a Galicia y comérmelo todo! O al sur con su pescaito’ frito…
¿Cuál es el plato del que más orgullosa te sientes?
Me siento súper orgullosa con el plato que hice al que llamé ‘Ojos de luna’. Fue todo un reto para mí.
¿Qué nota se pone Luna en su participación en el programa?
¡Un 7, mi número mágico!
¿A quién le recomendarías la experiencia de MasterChef?
A todo el mundo. ¡¡¡¡Esta experiencia es mágica!!!!
¿Has considerado la decisión de dejar el yoga por abrir un nuevo restaurante?
¡Nunca! Si monto un restaurante, tendré que hacer yoga todos los días para mantenerme en forma mental, física y espiritualmente en la cocina. Uniría siempre la cocina con el yoga.