El segundo single de Bruno Alves es el resultado de un trabajo meticuloso en voz y producción, que deja ver lo que ya se mostró en la academia de Operación Triunfo: que es un artista versátil que lleva la música en las entrañas.

Ni Una Vez Más, 186 pistas de producción para una canción de 3 minutos y medio. Bruno Alves ha trabajado codo con codo con su productor Garabatto (productor también de Dumb, el primer single su compañera de edición Eva Barreiro) para conseguir el empaste perfecto entre una letra profunda y sentida y una producción cuidada que la envuelva.

En cuanto a la letra, en Fugitivos vimos a un Bruno dulce que hablaba de amantes sin permiso y se lamentaba por un amor que no podía darse; ahora vemos a un Bruno que ya no quiere saber nada de la persona por la que lo ha dado todo pero no le ha correspondido como debía. La melodía acompaña esta letra y es mucho más explosiva que la que vimos en su primer single.

Atmósfera, matices y un viaje lleno de contrastes

Ni Una Vez Más es el resultado de 40 horas sin dormir de dos artistas metidos en su burbuja de creación. Solo así puede lograrse crear una atmósfera lo suficientemente conseguida como para transportarte al mundo de esa canción. De hecho, eso es lo que Bruno afirma que busca para sus trabajos: “Cuando compongo me gusta crear canciones que creen atmósfera y que la gente se sienta identificada con lo que está pasando dentro de la canción”.

Además, también es un artista de detalles. La vida crece entre los matices, y él lo sabe bien. Porque no se puede crear una atmósfera si no se cuida cada detalle. Y es ahí cuando entiendes que un verso como “disfraces que escondían sombras como llamas” vaya acompañado de un mechero encendiéndose, por ejemplo. Cada pequeña parte de la canción está cuidada como si fuera un universo.

Y, como contaba hace unos días en Instagram, en Ni Una Vez Más también ha querido crear atmósfera jugando con los contrastes; lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo complicado. Para Garabatto “La gracia de las composiciones es que son como sitios, de tensión, de diversión, de tristeza; de emociones. Pero al final la gracia está en el camino que te lleva de un sitio a otro: el cómo se crea la tensión, el cómo se resuelve, (…)” y eso lo consigue con los contrastes y los matices.

Y para contraste, Bruno. Lo demostró en la academia y lo sigue mostrando al salir. Es pura versatilidad y se defiende en el estilo que sea y con el instrumento que quiera. Para el primer single eligió un tema íntimo pero con fuerza, para el segundo se ha decantado por algo mucho más enérgico y potente. Ambos, con la verdad por bandera.

Bruno y Garabatto: destinados a encontrarse

“Se juntaron el hambre con las ganas de comer”, decía Bruno sobre su unión con su productor. No solo coinciden en que los dos son percusionistas, también comparten forma de trabajar, aprecio por los silencios y los matices; por cuidar lo que hacen.

Han congeniado y se nota por ambas partes. Garabatto afirma estar muy contento de que se entiendan tan bien: “Hay algo que te diré siempre y es que me encanta que compartamos tantas cosas filosóficas, de la manera de trabajar, la visión que tenemos de cara al futuro, lo que nos gusta, los detalles, los golpecitos…”. Quizás sea el inicio de una larga relación artista-productor que nos puede dejar grandes himnos.

Bruno ya tiene en mente otro futuro single

Tal y como adelantaba hace unos días en su charla con Garabatto en Instagram, Bruno tiene en mente grabar en versión estudio la canción a piano que colgó en su perfil de esa misma red social durante el parón de Operación Triunfo. ¿Será su tercer single? Por el momento toca esperar y disfrutar de Ni Una Vez Más.