Hablamos con Marasmo, el “osito triste” para conocer todas las claves sobre su proyecto más personal
Marasmo, o el “osito triste”, es un enigmático artista cuya identidad se oculta tras una máscara y la magia de la animación. Nadie sabe quién es, ni tiene intención de que nadie lo sepa, porque pone todo el foco en sus canciones melancólicas y tristes. Con cuatro canciones en el mercado, empieza un proyecto en el que por fin se atreve a expresar lo que lleva dentro y que va llegando cada vez a más público por evocar sentimientos totalmente universales.
En esta entrevista exclusiva, conocemos más a fondo al creador que se esconde tras el oso, descubriendo qué lo inspira y cómo conecta con su audiencia. Desde la elección del oso como su sello distintivo hasta la influencia de películas animadas en su trabajo, Marasmo comparte con nosotros detalles sobre su proceso creativo y su proyecto en general. Acompáñanos mientras desentrañamos la historia detrás del “osito triste” y exploramos las sorpresas que nos tiene preparadas en el futuro.
Es la primera vez que entrevisto a alguien o que hablo con alguien que tiene la cara tapada. Es como si jugaras con ventaja, porque yo no puedo saber cómo reaccionas a lo que te estoy preguntando.
Sí, es súper raro para mí también. Esto tiene un motivo y me imagino que ya te lo han dicho. O sea, esto a mí se me da fatal y espero que la máscara haga su trabajo y me lo ponga fácil.
¿Por qué has elegido un oso para la máscara en lugar de otro animal?
No es solo la máscara, en los videoclips tenemos un personaje animado que es un osito. Todo el proyecto gira en torno a la figura del oso. ¿Y el motivo? Mmm. Bueno, cuando yo era más chiquito, mi padre, que viajaba bastante, en un momento me regaló un osito de peluche que yo me tomé como a quien le dan oro. Se convirtió en algo muy especial para mí. Muchos años después, una pareja me regala también un oso de peluche y la historia no termina bien.
El oso, simboliza un contraste muy grande: por una parte, está el amor de mi padre, de manera completamente incondicional y que nunca falla. Y por otro, está el amor un poco más efímero, que es el que podría decir que he tenido con esta pareja. Y pensé que estaba claro que el oso de peluche tenía que jugar un papel importante.
Un factor que cuidas mucho en tu proyecto es la estética. ¿Los colores, por ejemplo, tienen algún motivo?
Creo que la respuesta te va a hacer bastante gracia. Soy daltónico. El tema de los colores no es algo que lleve demasiado pensado. En el caso del osito que me regaló mi padre en su momento, sí que es del color del personaje que vemos en los videoclips. Pero en cuanto a las máscaras, la verdad es que he hecho cuatro o cinco diferentes y cada una es de un color distinto, cada una tiene un dibujo distinto, cada una representa algo. Pero no tienen un por qué, simplemente fueron las primeras ideas que me vinieron a la cabeza en su momento. Y vendrán más. De hecho, hay gente que me escribe con intención de comprarse alguna. Tendré que pensar en algún diseño nuevo.
Además de usar la máscara a modo de protección, ¿tiene algún otro por qué? Me recuerdas un poco a Maldita Nerea, en que el cantante y compositor del grupo se ‘esconde’ detrás de una tortuga no solo por la filosofía que predica sino también por darle más importancia a la música y al mensaje que al cantante que hay detrás.
Eso suma. Realmente, yo inicio el proyecto con la máscara por un pánico escénico. La máscara me permite, entre comillas, hablar con una cámara delante. Si no, no podría hacerlo. Pero es verdad que cuando el proyecto empieza, y veo que hay gente que sí se interesa por saber quién está detrás, empecé a pensar que también es una manera de poner toda la atención en lo que son las canciones y convencer a la gente de que esto va a ser así. Y que lo único que pueden saber de mí es que aquí hay canciones. Escúchalas si quieres y si no, no hay nada más que ver.
De hecho, como comentábamos antes, los videoclips son ilustrados y en tus redes sociales hasta hace nada no aparecías tú con la máscara, sino que usabas clips de vídeo de películas, series… ¿Por qué?
Casi todo lo que subo son tanto fragmentos de los videoclips como clips de animación. Soy muy fan, por ejemplo, de Disney Pixar. Entonces, cojo clips de películas que me han gustado mucho. Localizamos escenas junto con Oli, que es la persona que edita los vídeos, e intentamos sobre todo que sean películas que me han gustado pero que tengan sentido con lo que la canción está diciendo.
¿Qué importancia tiene la música en tu vida? Más allá de tu proyecto.
Yo llevo muchos años dentro de la industria de la música, aunque no haya dicho en qué, así que tiene una importancia a todos los niveles. Es lo que me da de comer. Pero de una manera más emocional, que entiendo que la pregunta va más por ahí, para mí supone absolutamente todo. Además, soy de esas personas que mi energía, incluso mi forma de ser de un día puede depender de la canción que escuche a primera hora de la mañana. De hecho, tengo una lista con una serie de canciones que me hacen feliz, que las utilizo para cuando tengo un bajón.
Hasta ahora habías estado en la industria, pero no tenías un proyecto propio, pero ahora ya tienes cuatro canciones publicadas. ¿Cómo nace en ti el querer compartirlas con el mundo?
Me costó un montón. Empecé el proyecto un año antes de sacarlo y fue duda tras duda tras duda. Pero llegó un momento que lo necesitaba. Me apetecía compartir eso que estaba cogiendo forma de alguna manera, tanto a nivel visual como en canciones. Me daba un poco de pena que se quedara para mí. Entonces fue como: “tengo que sacar esto de alguna manera y no me siento capaz de hacerlo, así que voy a hacer un personaje y voy a taparme entre la animación y la máscara para poder hacerlo”.
¿Qué opina la gente que te escucha tus canciones? ¿Qué feedback has recibido?
Estoy súper contento porque para lo chiquitito que es el proyecto y las cuatro canciones que hay, se sienten muy cerca. Es verdad que soy muy de responder todos los mensajes, de charlar mucho con la gente que está ahí, y eso ellos lo notan. Entonces, todo el rato recibo un feedback súper positivo, súper amable. La gente me responde con unos comentarios muy cariñosos, incluso hay veces que me emociono y todo. Sobre todo en la zona de Argentina, por lo general, son gente afín a proyectos como el mío, tan tristes, y lo sienten de una manera muy especial y me lo hacen saber de manera prácticamente diaria.
¿Qué te han comentado concretamente de Espinita, tu último single?
La canción está gustando mucho y, de hecho, tengo buen feedback, ya no solo de parte de la gente que está ahí escuchando, sino también por parte de la distribuidora. No descarto que sea una canción que vuelva a salir en algún momento en colaboración con alguien.
¿A quién tienes en mente?
Hay ideas. Pero todavía no lo sé seguro. Sé que es algo que va a suceder, pero no antes de que salga la canción nueva.
¿Qué nos puedes contar sobre esta nueva canción?
Es una continuación de Espinita. De hecho, es una continuación suya a nivel historia, pero a nivel producción y composición tiene otro color completamente diferente. Creo que va a gustar también, y puede que sea más triste todavía.
¿Tiene fecha de salida?
Calculo que saldrá a principios de marzo. Y el videoclip, por ejemplo, está quedando súper bonito. Hemos hecho un par de cambios a nivel dibujo. El personaje sigue siendo el mismo, pero creo que a nivel color y línea está todo más cuidado todavía.
Todos estos temas que estás publicando, ¿van a acabar formando parte de un disco? ¿Qué me puedes contar sobre ello?
Está en proceso. Lo único que tengo claro es que el disco no va a salir con canciones inéditas. No voy a anunciar un disco y de repente que haya cinco temas nuevos. Quiero ir sacando single a single y que vayan acompañados de su vídeo. Y, en el momento que tenga diez canciones, añadiré una intro, un outro y un interludio, que serán inéditos en el disco, y saldrá tanto en Spotify como en formato físico. Pero el formato físico será más para aquel que quiera guardarlo como recuerdo tangible. Quizás haya, no sé, 100 o 150 copias para quien lo quiera comprar.
Y en cuanto a conciertos, ¿te planteas subirte a un escenario pronto?
Pronto seguro que no. Me encantaría, pero hay dos temas: la dimensión del proyecto y que no tengo suficientes canciones. Creo que es algo que debo plantearme de cara a 2025 y este año trabajar, por ejemplo, la inseguridad. Porque me puedo morir. Pero bueno, es algo que quiero hacer así que lo voy a trabajar.
¿Te imaginas cómo trasladar tu proyecto al directo?
Me lo imagino constantemente. De hecho, utilizo mucho el desodorante como micro *risas* Cuando estoy en casa me pongo mis canciones y me recorro el salón entero imaginándome ahí, pero por el momento se queda en el salón de casa.
Antes comentabas que tienes público en Argentina, ¿tienes pensado hacerles una visita?
¡Justamente me voy para allá el lunes! Por suerte, el trabajo me lleva allí, y estoy aprovechando para organizar un encuentro con la gente de allá. Todavía no sé dónde ni como, pero me ha escrito alguna gente diciéndome que le gustaría hacerlo y me ha parecido una buena hacerlo.
¿Qué más podremos ver de ti este año?
Me gustaría sacar como mínimo otras tres o cuatro canciones más antes de que termine el año. Y, con eso, estar cerca de completar lo que será el álbum, Yo Contra Mí.