Cielo sin estrellas resalta el talento vocal y compositivo de Alejandro Bejarano, dejando relucir su dulzura, calidez y potencia en un tema enérgico.
Alejandro Bejarano aprovecha lo mejor de su voz aterciopelada y cómplice. Con un estribillo pegadizo, Cielo sin estrellas combina la delicadeza de sus habituales metáforas con un videoclip sencillo, con animaciones al ritmo de la base y sus pasos.
Un cielo nublado de grises
Un sonido diferente al de sus anteriores temas abre Cielo sin estrellas, que cuenta con un estribillo coral y ritmo que lleva por sí mismo las emociones durante toda la canción. Reúne un contexto de contrastes acordes a la atmósfera en blanco y negro. Así la conexión de los propios versos junto a planos cerrados y generales crea un ambiente perfecto, que expresa visualmente el contrapunto del tema y su mensaje. El de ‘Una canción sin letra/ un día sin sonreír/ un paso sin su cebra/ eso soy yo sin ti‘.
Bejarano pone las cartas sobre la mesa ante un amor inolvidable que echa de menos. ‘Sobran las ganas/ queda el recuerdo/ no me olvido de ti‘. Toda una declaración a ese alguien especial, un canto a la persona que siempre necesitamos al lado. Ese pedacito de nosotros en otro cuerpo, que si falta, nos deja vacíos, descolocados, sin rumbo. ‘Tú sabes todo lo que quiero/ No te alejes de mí que en tu boca yo me muero/ Vamos volando a ras de suelo‘… mirando siempre hacia ese Cielo sin estrellas.
Un camino de confianza
Recorre este camino de la mano de Lolo Álvarez y Luis Villa, grandes profesionales con los que ha tenido la oportunidad de grabar todos sus temas en el prestigioso UnoMusicStudio. A ellos les agradece infinitamente acompañar su rumbo musical, ser como una familia y madurar y crecer a su lado.
Y es que es difícil resistirse a su música. Compone sobre sentimientos, sus emociones. Declarado enamorado de los acústicos, donde verdaderamente se ve el esqueleto (y corazón) de las canciones, en sus temas procura grabar también en este formato. Una muestra sin artificios ni adornos que permite disfrutar de lo más puro de cada canción, en un clima único.
Mostrando una “Voz” especial
Con una tímida primera vez sobre las tablas en un chiringuito de Cádiz, Alejandro Bejarano participó en ‘La Voz 4’ (2016). Conquistó a Alejandro Sanz, a quien admira desde niño y con quien sueña colaborar. Supo manejar este escaparate para darse a conocer y empezar a mostrar su música en bolos. Puede decir con orgullo que la consagrada madrileña Sala Búho Real ha sido testigo de su arte en dos ocasiones con lleno absoluto. Otra de las actuaciones que más le ha marcado ha sido cantar con Melendi en el Auditorio Rocío Jurado en su Sevilla natal.
En busca de experiencias inolvidables, de nervios y el calor del público, Alejandro Bejarano tantea, juega y explora con la música, no cierra puertas a múltiples géneros en busca de su carácter único y personal. Como compositor y cantante, escribe según sus vivencias, inspirado por sensaciones y sobre momentos que podríamos ver perfectamente reflejados en nuestra historia.
Rendido a la guitarra y piano
La guitarra ha sido fiel compañera de Alejandro desde su infancia, y el piano (que sigue perfeccionando) también forma parte de sus canciones. De cantar casi a escondidas en su cuarto, ha abierto poco a poco su afición a modo de vida. No sin dudas y temores, se decidió en un ahora o nunca… Que nos trae un artista para nada indiferente. Sus letras evocan poesía, y unida a la calidez de su voz, que parece acariciar mientras canta, crean verdadera emoción.
Atardeceres llorando por verte (2019) es su primer single, y un tema muy íntimo y especial. Compuesto en plena adolescencia, lo compartió en redes como carta de presentación, que tuvo muy reseñable impacto. Tras un delicioso Pasaba de ti en el mismo año, Quemaré tu piel (2020) siguió la exitosa estela del comentado y ha calado muy bien entre el público. Una canción que se explica sola, y retrata el inexplicable despliegue pasional en una habitación, que solamente se vive del ardor de piel con piel. Si pudiera lanzar mi corazón es otro de sus temas de este 2020, más nostálgico y dulce.
Sencillo, cercano y siempre sonriente, Alejandro Bejarano tiene muchas ganas de seguir trabajando, afianzar su carrera y mostrar todo lo que es como artista. Durante la cuarentena ha exprimido la composición, preparando temas prácticamente listos para grabar… Y como antesala a todo lo que viene, Cielo sin estrellas es una perfecta elección para adentrarse en su música.