Esta miniserie sigue los pasos de Beth Harmon, un prodigio del ajedrez que tendrá que hacer frente a la presión que supone ser la mejor en este juego.

Gambito de Dama (The Queen’s Gambit) va asociado a un nombre: Anya Taylor-Joy (La Bruja, Múltiple). Esta actriz, que interpreta a Beth Harmon, la protagonista, ha sabido mostrar al espectador todos los matices del personaje. Solo ha necesitado el poder de la mirada y unos movimientos sutiles que han dotado el personaje de gran complejidad.

Harmon tiene un talento innato por el ajedrez. Gracias a su mente privilegiada y a su mentor y conserje del orfanato, el señor Shaibel, interpretado por Bill Camp (12 Años De Esclavitud, Joker), consigue desarrollar una técnica exquisita que la llevará a competir con grandes maestros.

Beth se siente segura en el ajedrez. Es un mundo en el que tiene el control absoluto cuyos movimientos puede predecir. Pero su estado es frágil. Cuando en su interior siente demasiado, sus emociones se desbordan. Se puede comparar con un castillo de naipes, un solo movimiento en falso puede provocar la caída.

Son en estos momentos cuando la serie nos muestra una Beth que recae en sus adicciones para tener la falsa sensación de control.

La belleza del ajedrez

Hablar del ajedrez en Gambito de dama es indispensable, más concretamente en cómo se ha tratado.

Beth Harmon no ve este juego solo como una competición, sino como algo bello, e incluso sensual. Y así nos lo muestra cada vez que mueve una ficha, con gestos tan delicados y armoniosos que nos acerca al amor y a la pasión que siente por él.

Incluso la composición de los planos y la música juegan un papel esencial. La banda sonora se adapta totalmente al ritmo de las partidas, sean rápidas, pausadas o cargadas de tensión, como son las competiciones.

Aunque este hecho ha quedado reflejado a lo largo de la serie, cabe destacar el tratamiento que se hace en el último capítulo. En él, la protagonista tiente que enfrentarse contra el soviético Vasily Borgov, interpretado por Marcin Dorocinski (Pitbull, Jack Strong).

El ajedrez aparece como un arte, incluso podríamos hablar de un baile que practican las fichas de cada jugador. Los movimientos fluidos contrastan con unos más secos, cortantes. Y es que el ajedrez también se ha visto como un juego de estrategia, en el que cada color ataca, protege y contraataca.

Fotograma de la serie/Fuente: Film Affinity

Su destreza en el juego ha conseguido ganarse el respeto y la amistad de antiguos rivales, como son Townes, Jacob Fortune-Lloyd (Star Wars: El Ascenso De Skywalker, La Casa Torcida); Benny Watts, Thomas Brodie-Sangster (Love Actually, El Corredor Del Laberinto), y Harry Beltik, Harry Melling (Harry Potter, El Diablo A Todas Horas).

Estos son algunos de los personajes que tendrán un papel importante para su recuperación y que formarán parte de su familia.

El retrato de una época

Esta serie permite ver una pequeña muestra de los aspectos que dominaban la sociedad americana de los años 60.

A través del personaje de Jolene, interpretada por Moses Ingram, compañera de la protagonista en el orfanato, nos muestra el racismo de la época. Por ejemplo, sus escasas oportunidades de ser adoptada por el color de piel o bien por los trabajos que le daban mientras compaginaba sus estudios.

También podemos ver la importancia de los roles de género, tanto en el espacio público como en la estructura matrimonial. Este es uno de los problemas que tendrá que hacer frente Harmon, infravalorada por ser mujer, en un mundo, el del ajedrez, dominado por hombres.

Estos elementos se encuentran en un contexto político marcado por la Guerra Fría. Este rasgo está presente en pequeños momentos durante los siete episodios, acentuado en el último capítulo con el viaje a la URSS.