Entrevistamos a Ankli para conocer todo lo que hay detrás de su single RonCola y para descubrir los secretos de su futuro en la música.
Si tenemos que hablar de una artista rompedora e innovadora en la actualidad, esa es Ankli. La joven música empezó en el mundo del canto por una casualidad, sin embargo, ya se ha podido demostrar que no se equivocaron con ella.
Dispuesta a normalizar todo lo normal y a dar un golpe en la mesa, Ankli utiliza sus canciones como vehículo para soltar su sensibilidad. Además, con sus temas consigue que la gente encuentre palabras para lo que siente.
Sin duda, no hemos tenido Poca Suerte, hemos ganado a una gran artista que viene dispuesta a hacer llegar su música, cubata en mano.
Bienvenida a El Foco. ¿Qué tal?
Muy bien, volviendo a la rutina.
Enhorabuena por el éxito cosechado con tu último tema. ¿Cómo surge el nombre de ‘Roncola’?
Roncola es una canción que quería enfocar en la fiesta, que no hubiera ninguna duda de que ese era el tema de la canción. Suelo escuchar toda la canción y elegir lo más pegadizo y, en este caso, en el estribillo digo Ron con Coca-Cola.
¿Pides ron al salir de fiesta?
Siempre alterno. Gin tonic o Ron con Coca-Cola.
Ya has dicho que la temática de tu tema es la fiesta. Pero, ¿qué buscas transmitir cuando alguien escucha tu canción?
Yo no quiero ser una persona a la que admirar. Yo quiero mostrar mi vida sin filtros. De lo que las cantantes de mi edad no hablan. Más que nada, por empoderarnos. Los tíos hablan de drogas, sexo o alcohol y no les pasa nada y, a nosotras nos critican.
Me encantaría que las tías empezaran a tratar estos temas, porque son una realidad actual. Yo estoy para enseñar mi vida y mi proceso. Contar las cosas tal y como son.
Hablas mucho de salud mental en tus canciones. ¿Crees que es hora de que los artistas se mojen y hablen de esto?
Es súper importante hablar de lo que existe. No podemos permitir que sea una enfermedad silenciosa que vaya matando. Además, septiembre es el mes de la visibilidad del suicidio y necesitamos que la gente con gran altavoz hable de esto y utilice su popularidad.
De hecho, yo digo en una frase: ‘hablo con orgullo de mi estado deprimente’. Hay que hablar de esto.
No quieres que la gente te vea como ejemplo. ¿Qué quieres que te diferencie del resto de artistas?
Lo que quiero llegar a ser no tiene tanto que ver con la fama, sino con que la gente que me escuche se vea representada. No quiero hacer música sin ningún tipo de peso. Mis canciones son muy reales y tienen mucho de mi vida, por muy felices que puedan sonar.
Quiero que aquel que no sepa identificar lo que siente, encuentre cobijo en mis canciones. Que se encuentre en ellas.
Una de las cosas que más sorprende de tu nuevo tema es su videoclip. ¿Qué te llevó a hacer un videoclip vertical?
Ya teníamos producido Roncola, pero no sabíamos qué hacer con el videoclip. Yo estaba pasando un verano muy guay y, de repente, pasé todas las fotos de mi verano muy rápido y le hice una captura de pantalla. Ví esos meses resumidos y me encantó. Todas las fotos son reales, son mías y no tienen ningún tipo de filtro.
Luego hablé con Davidpht para trabajar con él y me encantó cómo quedó todo.
‘Tú me prometiste una peli de Disney, pero ahora estoy triste’. ¿Crees que estos contenidos audiovisuales nos hacen tener expectativas irreales?
Claro. Esto es una crítica a todo aquello con lo que hemos crecido. Las expectativas que nos han hecho tener de una relación. Cenicienta, Blancanieves…son películas ridículas.
Por eso al final digo: ‘qué te jodan, me he puesto to’ mona’. ¿Por qué me creí eso?
Tienes otro tema llamado Poca Suerte. ¿Cómo fue sacar un primer tema?
Para mí no era un primer tema porque tenía cosas sacadas de otros años. Pero, era la primera vez que sacaba algo con lo que me identificaba. Me puse muy nerviosa porque me exponía mucho. También, el videoclip era sin filtro alguno.
No sabía cómo se lo iba a tomar la gente. Me asusté, pero al ver la reacción de las personas me emocioné mucho. Gustaba lo que decía y lo que quería transmitir.
Aun así, sigo poniéndome nerviosa porque mis canciones son muy yo, me expongo demasiado.
‘Yo ya me he cansado’ es algo que dices en tu primer tema. ¿Qué te cansa?
Qué es lo que no. Me cansan muchas cosas. Estoy harta de fingir, de tener que dar la buena cara y de tener que estar siempre dispuesta. Sobre todo, de fingir. No me gusta hacer cómo que no pasa nada y engañar sobre mi estado emocional.
Quiero sentirme libre y mostrarme tal y cómo estoy.
Muchas veces pensamos que los artistas tienen vidas perfectas.
Qué no nos idealicen. Aunque vayamos a llegar a más gente, que sepan que tenemos sentimientos. La vida es perfecta a veces, pero no siempre. No vale la pena contar solo lo feliz.
¿Cuándo nace en ti la música?
En 2018 saqué música, pero notaba que no quería ir por ahí. Luego, estuve un tiempo componiendo porque quería encontrar mi sonido. Me empecé a juntar con productores y les conté mis ideas y ahí, surgió el contrato con Warner.
Con la música como tal empecé de pequeña. Yo tocaba el piano y un día, mi madre hizo una comida en casa, allí me escuchó un productor. Yo no sabía tocar el piano, simplemente improvisaba. Él se quedó impresionado y ahí, entendí que era lo que me gustaba.
Yo solo componía música clásica, pero él me recomendó que empezara a cantar. Me asusté porque nunca lo había hecho, pero lo disfruté mucho. Además, en EEUU fui a un colegio musical.
No me viene de familia, soy la única que se dedica a la música.
¿Crees que EEUU ha influido en tu música?
Muchísimo. La música que suelo escuchar es estadounidense y con ella, influyo en mi música. Creo que en técnicas y tendencias son mucho más avanzados y me sirve para nutrirme.
Mis lazos y mi música son muy estadounidenses. Creo que hace mi música más fresca
¿Sacarás algún tema en inglés?
Tengo planteado empezar a componer de forma bilingue. Aún así, aún no tengo nada escrito del estilo
¿Quién es tu referente a la hora de guiarte en el mundo de la música?
Yo trabajo con Carlos Ares y juntos somos un equipo. Yo me he creado un equipo de gente en la que confío y, entre todos, nos entendemos a la perfección. Carlos siempre ha tenido muy claro como es mi proyecto. Sin duda, Carlos Ares y Juan Ewan son mis manos derechas.
Tu estética es innovadora respecto al resto de artista. ¿Cómo nace?
Los videoclips los hago yo. Las ideas son mías, yo busco las localizaciones, a los cámaras y edito los videos. No porque no lo pueda hacer otra persona, sino porque necesito llevar las riendas. Es mi proyecto y me gusta saber cómo se hace todo.
He fallado aguna vez y jode muchísimo, pero necesito sentir que es algo mío. Esa necesidad de mejorar cada vez más. Aunque, también es verdad que si delegas en otros sientes menos miedo.
¿Qué te asusta de la música?
Me asusta que soy muy sensible. Ser sensible me permite hacer música y me libera, pero me afecta mucho que la gente no aprecie tanto mi proyecto como yo lo hago. Me asusta subir y bajar muy rápido. Me asusta que me expongo demasiado. El miedo no me paraliza, me ayuda a trabajar mucho para que no pase lo que me asusta.
¿Cuáles son tus sueños?
Llegar a más gente. Me hace mucha ilusión que alguien enseñe mi música a algún amigo. También, los conciertos. Tenía uno en Gijón y se canceló, pero alquilamos una sala y lo grabamos para la gente que sigue mi música. Sentí rabia porque quería enseñar mi música, que no son solo dos canciones.
¿Cómo serán tus conciertos?
Es un concierto divertido, pero también soy muy musical. No solo habría pop, también metería algo de música clásica.
¿Sobre qué tema importante quieres hablar en tus canciones?
Feminismo. Además, yo soy bisexual, por lo tanto, también de LGTB. Hablaría de las minorías.
¿Qué es Ankli como producto musical y persona?
Presentarte sin miedos, sin filtros. Algo realista, crudo y real.
¿Con qué tema te quedas de todos los que tienes?
No ha salido aún. Se llama ‘Mis demonios’.