Alba Morena nos cuenta todo sobre su nuevo single Sin morir espero, su proyecto, su visión de la música y la realidad de ser una mujer en la industria

El 26 de julio se publicó en plataformas digitales Sin morir espero. Acompañado de un videoclip almodovariano e irónico, este es el primer single del disco que Alba Morena prepara de la mano de Universal. Una mezcla de elementos frescos y folclóricos, es toda una declaración de intenciones de lo que se puede esperar de la artista.

Fuente: Tapeo

Vamos a ir por orden cronológico: estudiaste violín, canto, folclore y jazz. Este tipo de estudios te inculcan disciplina, respeto por la música… ¿Cómo dirías que esto te ha preparado para tu carrera musical actual?

Hace poco quedé con mi primera manager, una mujer que trabaja en la universidad donde estudié, y le dije: “No podría hacer la música que hago hoy en día, pensar en arreglos, o producir y escribir para otras personas, si no hubiera estudiado jazz, clásica o flamenco.” Me ha dado una base y una disciplina para levantarme, componer e investigar que de otra forma no tendría.

También has comentado en alguna ocasión que el gusto que tienes por la música viene en buena parte inculcado por la música que de pequeña escuchabas con tu padre. ¿Qué tipo de música te ponía?

De todo. Recuerdo escuchar desde discos de Mecano o de Bebe hasta Sting, Extremoduro, João Bosco, jazz… Tengo un padre muy melómano.

Tú misma autoproduciste y autoeditaste tu primer disco, y hace unos meses sacaste un EP con Universal. ¿Cómo ha sido diferente el proceso de la mano de una gran productora en oposición a la producción independiente?

Hice aquel primer disco en mi casa y lo saqué sola, de la nada, con la distribuidora. Con Universal hubo un trabajo previo de sesionar canciones, hacer una promo… Para mí ha sido mi nacimiento industrial. Ahora empiezo con una era más madura, porque este último EP estaba compuesto por canciones recopiladas en estos últimos años.

 

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Sobre eso te quería preguntar. A pesar de que el EP esté formado por canciones que has ido recogiendo a lo largo de los años, ¿sientes que todavía te representan como artista?

Representan una parte de mí y les tengo cariño, pero es verdad que este último año, sobre todo en Madrid, he trabajado mucho y he conseguido encontrar una línea y unos sonidos que me representan más. Eso es lo que vamos a sacar el viernes y lo que seguiremos sacando. 

Como hemos comentado, compones, produces e interpretas. Si tuvieses que abandonar alguna de estas partes del proceso, ¿cuál sería?

Creo que me moriría. A veces pienso: “Si me pasara algo en la voz, tengo la producción y la composición.” Pero claro, no quiero perder la voz y tampoco quiero perder la capacidad de producir y crear. No quiero llamar al mal tiempo.

Este primer EP del que hablábamos te ha permitido tocar en algunas salas. ¿Prefieres el antes, la producción y la creación; o el después, el poder compartir con la gente en directo?

Disfruto mucho la creación, la verdad; estar sola o con gente, en la sombra. Llevarlo a cabo y ver que la gente canta y baila tu música es otro tipo de satisfacción. Aun así, ahora mismo me quedo con la creación.

Fuente: Ainhoa Laucirica

Como mujer en la industria, ¿has sentido en algún momento que tu trabajo se infravaloraba?

Sí, sobre todo en los inicios. Cuando empiezas y estás sola es complicado, sobre todo porque es una industria en la que aún queda mucho por luchar para que se nos tome en serio. Igualmente, yo siempre creo en el bien y trabajo con muchas productoras y amigas: DeTeresa, Gala Nell, Alba Arias, Ainhoa Buitrago…. Hemos estado ahí siempre, pero ahora se nos empieza a ver, y tengo la esperanza de que lleguemos a comernos la industria. 

Precisamente, tú trabajas con muchas productoras. ¿Hubo al principio alguna que te sirviese especialmente como referente?

Cuando empecé a producir no tenía referentes femeninas, algo que pasa mucho cuando estudias música. Con el tiempo, las fui descubriendo y buscando. Recuerdo que encontré a Cora Novoa, productora y DJ. Más que nada, tenía como referencia música que me gustaba, sobre todo antigua. Me apetecía hacer música.

Tu nuevo single, Sin morir espero, fusiona lo tradicional con elementos más frescos. ¿Cómo has llegado a la conclusión de que este es el tipo de música que quieres hacer? Al no ser lo más típico, ¿ha sido difícil alcanzar este punto?

Ha costado llegar porque es necesario hacer mucha música. Hay canciones que nunca saldrán, pero que han llevado a otras, hasta que de manera natural ha aparecido algo, como Sin morir espero, que me ha hecho decir: “Vale, esto me representa.” Para mí es muy natural juntar algo un poco antiguo, folclórico, relacionado con un bolero… con lo bailable o reguetonero, porque es lo que escucho y lo que me gusta.

Este tipo de fusión la vienen haciendo algunos artistas recientemente. ¿Qué crees que puedes aportar tú en diferencia a todos ellos?

Intento sonar muy a mí. Esto es lo que me dicen, y creo que puedo aportar esa voz diferente y unas letras profundas con música más liviana. Eso es lo que intento, salir  de lo estereotípico o de lo que se escucha en la radio.

De todos estos artistas que están rescatando y reivindicando el folclore o intentando quitar etiquetas a la música, ¿hay alguno que actualmente te inspire?

Hay muchísimos. Ahora mismo se me viene a la cabeza Rodrigo Cuevas. Aún así, ahora mismo lo que escucho no es eso; sino pop, o algo más antiguo, como Miguel Bosé y Ana Torroja. Caroline Polachek, por ejemplo, creo que a veces también tiene ese punto.

En Sin morir espero hablas de segundas oportunidades, de amor idealizado… ¿Por qué has elegido este tema para el primer single de tu disco?

Estaba en mi casa, hice esa armonía bolerista y pensé: “Voy a escribir una letra despechada, de bolero, que pudiera escucharse en los setenta o los sesenta.” Al final es difícil no inspirarte en tu vida personal, que han sido todo fracasos amorosos. Intento no hablar sobre el amor, pero para este próximo trabajo lo único que me sale es ver el amor desde muchas perspectivas, y desde visiones dramáticas o graciosas. 

¿Te suelen salir en ese caso primero las melodías y sobre ellas las letras, o depende del momento?

Depende. Justamente en este bolero me salió la letra directamente.

Este viene acompañado de un videoclip con un tono algo humorístico. ¿Hasta qué punto estás implicada en la creación de los videoclips, su concepto y estilo?

Tengo la suerte de contar con un buen equipo, después de haber pasado por muchos otros. Fran Granada es una persona con una visión maravillosa de la vida y del cine, y la idea fue totalmente suya. Yo tenía claro que quiero que mi proyecto fusione ese dramatismo musical con un audiovisual un poco más irónico. Con Fran y con Mamma Marmalade, mis estilistas y diseñadoras, hemos creado ese mundo almodovariano y gracioso.

Fuente: Tapeo

El estilo del videoclip se ha descrito en muchas ocasiones como almodovariano. ¿Tienes alguna película favorita del director?

Mujeres al borde de un ataque de nervios. La verdad es que ha sido algo natural. Fran buscaba algo ochentero, pero modernizado en el videoclip. Carla y Gemma, las chicas de estilismo, me dijeron: “Alba, tú ya vistes muy almodovariana.”. Hemos disfrutado de eso, que también forma parte de mi música. 

¿Va a haber algún otro referente cinematográfico  en un futuro en otros videoclips?, ¿o quieres seguir tirando por esta línea?

También tenemos como referente a Giórgos Lánthimos, y un toque de Tarantino. 

¿Cómo dirías  que se integra toda esta parte estética en tu proyecto en su conjunto?

Yo la definiría como música liviana, con letras más profundas. A mí me lleva a Sabrina Carpenter. Soy yo misma, muy dramática, pero que de repente te suelto un chiste.

Hablando de estética, para bien o para mal, actualmente una parte importante de ser artista son las redes sociales. ¿Cómo es tu relación con ellas? ¿Cómo las gestionas para poder integrarlas sin que se conviertan en un problema?

Un artista que lo ha hecho genial es Dellafuente, que no cuelga nada pero llena el Bernabéu. Las redes son un poco esclavas y te pueden llevar a dejar de vivir el presente, pero cuando encuentras tu lenguaje y un horario pueden ser divertidas; estoy intentando gestionarlo. 

Antes mencionabas a DeTeresa, con la que hace poco has colaborado en Pirulí. ¿Cuál sería otra colaboración soñada?Primero, todos mis amigos. La persona que más estoy escuchando ahora mismo es James Blake. Cualquier persona me encanta, también Belén Aguilera, por ejemplo.

 

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Por último, ¿qué podemos esperar de tu proyecto en un futuro? Si quieres, puedes intentar describirlo con una palabra. 

Un proyecto honesto y fresco y divertido. Espero que mi música os guste y os mueva por dentro y por fuera para bailar; también espero que salga pronto. La verdad, me hace mucha ilusión.