Más de quince mil personas disfrutaron del doble sold out en la parada madrileña de la gira ‘¿A dónde vamos?’ de la banda colombiana.
El Wizink Center vibró al ritmo de Morat. Los fans madrileños llenaron el emblemático estadio dos noches seguidas para vivir la última fiesta del verano, en la que no faltaron sus canciones más conocidas.
Teloneados por Susana Cala, quien interpretó en directo, entre otros, su nuevo tema Cosa del Pasado, a lasrigurosas 21:00 horas el cuarteto colombiano hacía presencia sobre el escenario iniciando el concierto con su canción ¿A dónde vamos?, que casualmente da nombre a su gira. Canción pegadiza y con un estribillo para corear que hizo que surgieran los primeros gritos incontrolables desde las gradas.
Ya solo con esa primera canción se veía la energía que precederían casi dos horas de concierto con un sonido y un directo perfectos. La escenografía estuvo en todo momento recordando a un festival de verano, muy circense, con una iluminación muy cuidada y acorde a cada canción.
No faltaron temas como Besos en Guerra, Como un idiota, Besos al Aire o Presiento, canción que suelen cantar con Aitana y que fue la segunda aparición de Susana Cala en escena.
En su directo puedes encontrar cualquier tipo de instrumento y género musical, ya que pasaron por pop, rock, folk y hasta blues.
Buenrollismo encima del escenario
Tienen la química de cuatro amigos que se conocen de siempre, se nota su buena vibra en las canciones y en el directo no podía ser de otra manera.
Lo más destacable es el talento de cada uno de los miembros, y el dejar un espacio para cada uno en el setlist para que podamos reconfirmarlo. Así, pudimos disfrutar de solos Juan Pablo con un único foco apuntándole y el escenario a oscuras con Enamórate de alguien más, o Martín sorprendiendo con su calidad vocal mientras interpretaba Mi Suerte.
Canción tras canción interactuaban con el público, ya fuera con momentos de reflexión, por ejemplo, aludiendo a la canción que da nombre a su gira: «¿A dónde vamos? Creemos que es una pregunta que nos estamos haciendo todos y más en esta situación», o con Martín, que fue protagonista absoluto del show con su batería humana, uno de los mejores momentos que se vivieron, con un público entregado.
El denominado “momento souvenir” también fue muy especial, y más tras la pandemia: Subieron a una fan al escenario para que firmara el piano, como llevan haciendo desde que empezó la gira.
Madrid, ciudad a la que tienen especial cariño
No es secreto que Madrid fue una de las ciudades junto a su natal Bogotá que les vio despegar, y es una ciudad a la que tienen un cariño inigualable y aparece reflejada en multitud de sus composiciones. Como ellos mismos apuntaron, es la ciudad que les vio crecer, cantar en bares y garitos y llenar su primer concierto de gran formato en la mítica sala La Riviera.
El fin de fiesta llegó con Cuando Nadie Ve y Besos en Guerra, pero no fue hasta el bis que realmente estalló todo el Wizink Center hasta casi venirse abajo. Al grito de «¿Nos quedamos?» comenzaron los acordes de Cómo te atreves a volver. Un fin de fiesta apoteósico: «Quiero que enloquezcáis como no lo habéis hecho desde el 2019» gritaba mientras llovía el confeti.
Respirar la felicidad del momento con el buenrollismo de Morat fue muy liberador, estamos seguros de que esas dos horas para los asistentes fueron terapéuticas, ya que recordaban un poco más a la antigua normalidad.
Se merecen llenar muchas más veces estadios emblemáticos, y nosotros esperamos poder seguirles en todas las paradas. ¿A dónde vamos? No lo sabemos, pero que nos lleven con ellos.