Si durante el verano ya has comenzado a decir «En mis tiempos» y a recordar épocas pasadas, seguro que estas películas te hacen revivir alguna de ellas.
Donde nos enamorábamos con cada historia
Con nuestro amor de verano todos nos hemos sentido como Drew Barrymore en Nunca me han besado, donde una reportera que nunca ha tenido un amor correspondido vuelve al instituto. Aunque también es verdad que muchas veces estamos mejor solos que mal acompañados, como es el caso de Kat en 10 razones para odiarte, cuando Patrick sale con ella solamente por el dinero que recibe por parte de su hermana Bianca. Pero no os preocupéis: la cosa no acaba tan mal.
Y si un verano no teníamos nuestra historia de amor, siempre podíamos inventarnos una, como hacía Sandra Bullock en Mientras dormías, en la que se hacía pasar por la prometida de un hombre en coma. O también podíamos tener la esperanza que apareciese una sirena para enamorarnos, como le ocurría a Tom Hanks en 1, 2, 3… Splash!.
Donde la creatividad y la imaginación también eran protagonistas
¿Qué es un verano sin creatividad? Un verano deja de ser verano si no sacamos a relucir nuestra creatividad. Ya sea para conseguir una partida ilimitada en las recreativas o lograr ese truco para que la bicicleta fuese más rápida. ¡Eran descubrimientos que nos hacían sentir como Wayne Szalinski en Cariño, he encogido a los niños! Y sí, puede que nuestro mayor invento fuera combinar las golosinas con refrescos, pero a nosotros nos parecía que eso nos posicionaba al nivel del que creó una goma verde voladora con vida propia, es decir, al nivel de Robin Williams en Flubber y el profesor chiflado.
Esto no es todo, no podemos olvidar el papelón que jugaba nuestra imaginación. Como cuando imaginábamos que en cualquier lugar íbamos a encontrar a nuestra hermana gemela e intercambiarnos con ella. Vimos tantas veces Tú a Londres y yo a California que lo veíamos factible. Pero bueno, al igual que tras ver como Mia descubría su linaje en Princesa por sorpresa, creíamos posible ser miembros de la realeza de un extraño país como lo era Genovia. ¡Qué tiempos aquellos!
Donde el hilo conductor de cada aventura era la acción
Además, usábamos nuestro ingenio para crear fantasías, reconozcámoslo. Jamás hemos hecho tanto deporte como aquellos veranos de sol interminable en los que haciendo el mono saltábamos de liana en liana, al igual que veíamos en Geroge de la jungla. O incluso formando campeonatos contra otros pueblos.
Aunque en este caso solían ser de fútbol, y no de hockey como en Somos los mejores. Pero a cambio, nuestro entrenador tampoco era Emilio Estévez.
Donde es posible descargar todas estas películas y vivir tu verano nostálgico sin preocupaciones
Si en aquel entonces nos llegan a decir que en unos años podríamos disfrutar de todas esas películas, descargadas en una pantalla portátil, estoy seguro que pensaríamos que eso solo ocurriría con los alienígenas de La montaña embrujada. Pero, por suerte, es real.
Ahora es posible disfrutar de estas películas en plataformas como Disney+, y revivir esos veranos que tanto recordamos como, donde y cuando queramos.