Estuvo siete años en un grupo que recorrió Cataluña entera y que pisó algunas de las grandes ciudades españolas, teloneó a dos de sus grandes referentes musicales como son All Time Low y Simple Plan, vivió la experiencia eurovisiva junto a Manel Navarro y ahora forma parte de la banda de Dani Fernández.

Músico autodidacta que cuando era preadolescente eligió el bajo antes que la guitarra y que, desde entonces, ha vivido todo lo que implica ser músico: épocas doradas, momentos de desesperación y muchas horas de furgoneta. Él es Edgar Regi y tiene la suerte de decir que ha podido hacer de su pasión una profesión.

Empezó sus pinitos con la música tocando con un grupo de su pueblo al que admiraba y al cabo de un año conoció Amelie, el grupo con el que estuvo siete años y recorrió Cataluña y parte de España. Decidió no renunciar a ninguno de los dos grupos y estuvo compaginando los conciertos de ambos durante un año, hasta que se decantó por seguir su camino únicamente con Amelie.

¿Qué fue lo que te hizo decidirte por un grupo u otro?

Elegir fue una sensación súper rara porque unos me habían enseñado todo lo que sabía hasta entonces y con los otros podía dar un salto e ir a más. Me gustaba tocar con todos, porque tenían dos estilos parecidos pero diferentes. Pero en Amelie me dijeron que nos habían ofrecido un contrato discográfico y nos íbamos a profesionalizar, así que al principio lo supe llevar pero llegó un punto en el que tuve que elegir porque con Amelie teníamos mucho trabajo. Tuve que prescindir de la otra banda, pero sino aún seguiría con ellos. 

Hablemos un poquito de Amelie. En vuestros primeros años con Amelie, en el mercado catalán, érais bastante potentes… ¿Te dedicabas exclusivamente a la música o tenías algún proyecto secundario? 

Yo estudiaba, de hecho todos en Amelie estudiaban y algunos también trabajaban. Estuvimos compaginando los estudios y el trabajo con el grupo y no nos dedicamos por completo a la música hasta que dimos el salto al mercado estatal, fichamos por Warner y nos fuimos a vivir a Madrid.

Edgar vivió dos épocas con Amelie: en la primera etapa publicó dos discos íntegramente en catalán titulados Somiant Desperts i És El Moment, teloneó a All Time Low, llegó a lo más alto del mercado catalán del momento, recorrió todo el territorio en dos largas giras, llenó dos veces la mítica Sala Bikini de Barcelona y tocó tres veces seguidas en las fiestas patronales de la capital catalana, en La Mercè. Para él, “[la etapa de] Catalunya fue de nuestros mejores épocas”.

Cuando llegaron a lo más alto y se estancaron, empezaron una segunda etapa y ficharon por Must! Producciones y Warner Music Spain y dieron el salto al mercado estatal. Grabaron su disco Take The World en inglés en Los Ángeles, se codearon de grandes grupos españoles como Auryn o Sweet California, ganaron público de toda la península e incluso de Latinoamérica y recorrieron algunas de las grandes ciudades del país. Perdieron a un miembro fundador del grupo por el camino pero ganaron a otro e incluso llegaron a publicar una reedición de su disco. 

Edgar afirma que él y sus compañeros eran muy ambiciosos y estaban en una edad en la que se querían comer el mundo pero que no acabó siendo como ellos imaginaban. Aunque todo pudiera parecer de color rosa, también había su lado oscuro. Según Edgar “la gente piensa lo típico de que eres músico: tocas con gente, eres medio famoso, estás forrado y que vives en una mansión. Y para nada, nosotros lo pasamos bastante mal porque en épocas sí vivíamos bien pero en otras no”

Además de irte a vivir a Madrid y dedicarte exclusivamente a un proyecto, ¿qué diferencias ves entre estar en un mercado pequeño, como el de una CCAA, y otro más grande, como el mercado estatal?

Lo más importante: reconocimiento. A nivel nacional entramos a sonar en Los 40 Principales y otras radios potentes donde te das mucho más a conocer. En Cataluña nos fue súper bien y de las mejores experiencias que tuve con Amelie fueron en nuestra primera etapa, que aún no estábamos a nivel nacional… Pero me quedo con haber probado las dos. 

¿Y qué crees que te faltó por vivir de tu época en un grupo?

La verdad es que nunca me lo he planteado, porque es que hicimos tantas cosas con Amelie que de verdad que cuando lo piensocreo que no me ha faltado nada por vivir. Con Amelie hicimos más de lo que esperábamos. Siempre quedan sueños por cumplir, como por ejemplo, una gira por Estados Unidos, que sí que era un sueño que teníamos desde pequeños y no se ha realizado, pero por todo lo demás estamos súper satisfechos de lo que hicimos.

Amelie se separó en octubre de 2016 y Edgar pasó por una época en la que apartó el bajo de su vida: “estuve como un año y pico sin coger el bajo y no quería saber nada de la música”. Para él, aunque el grupo acabase por divergencias entre los miembros, porque “al final unos querían hacer un estilo, otros querían hacer otro”, y porque estaban un poco quemados, piensa que Amelie podría haber seguido:

“Igual si hubiera habido la opción de continuar de todos modos, tomándonos todo de una forma más light e ir haciendo conciertos… No tomándonos todo tan en serio y disfrutando más. Porque también teníamos a mucha gente que nos seguía y nos encantaba tocar. Fue triste, la verdad, porque tuve la sensación de que podíamos haber seguido.”

Pero en 2017 llegó Manel Navarro y le pidió que fuera su bajista durante su paso por el festival de Eurovisión como representante de España. Edgar se lo tomó como una aventura y volvió a coger el bajo y a ensayar. 

¿Cómo viviste la experiencia?

Fue de las mejores experiencias que he tenido nunca, a pesar de los resultados y de todo lo sucedido. Íbamos como amigos, todos nos conocíamos, porque a Manel le llevaban los mismos mánagers que llevaban a Amelie. Íbamos como todos en familia y fue una experiencia inolvidable. Y Manel tampoco se merecía que le pasara eso porque tampoco le había sucedido en los ensayos. Pero bueno, son cosas que pasan.

¿Cómo gestionásteis lo sucedido en la gala?

Justo en el momento estábamos Marc, Pol y yo y no nos enteramos porque estábamos cada uno en nuestra historia en la cabeza. Sí que recuerdo que bajando del escenario Manel me dijo que la había liado y yo le dije “qué va tío, ya está, toda la presión que tienes ya se va fuera, tranquilo” y ya sí que cuando llegamos al sitio donde estaba todo el equipo empezamos a ver que nos mandaban Whatsapps preguntándonos cómo estábamos.  Y cómo lo gestionamos… Yo siempre digo que Manel es muy zen, es un tío muy espiritual y lo supo afrontar muy bien. Porque es muy jodido que toda España hable de ti, afrontar algo así. Suerte que Manel es como es y lo afrontó muy bien. Y bueno, estuvimos a su lado, y tampoco fue fácil, pero bueno sacamos todo adelante.

¿Repetirías la experiencia? Por ejemplo, si Dani fuera en un futuro…

Sí, la repetiría. Y me encantaría acompañarle. No sé si da el perfil, pero sí le acompañaría. Es que te juro que la experiencia fue muy guay, yo no me lo imaginaba. Veías a todos los países, como ensayaban, con sus equipos… Y es muy bonito. No soy fan de Eurovisión pero me gustó mucho vivirlo desde dentro y ver todo lo que mueve. 

Después de lo que pasasteis, ¿qué consejo le darías a alguien que fuera a ser representante en Eurovisión?

Que lo disfrute a pesar del resultado, porque todos sabemos que España tampoco suele sacar los mejores resultados… Disfrutarlo sobre todo, y dar lo mejor de cada uno. Siempre estás sufriendo por la presión y los nervios porque te están viendo no sé cuántos millones de personas en vivo, y al final tienes que ser tú y disfrutar como sabes para vivir al máximo la experiencia.

Si algo disfruta Edgar es estar encima de un escenario. En los últimos años ha vuelto a hacerlo siendo el bajista de la banda de Dani Fernández, y en otros proyectos secundarios como el de Johnny Garso. Las giras de ambos proyectos se han tenido que posponer por la pandemia con la que llevamos viviendo desde hace unos meses pero Edgar ya está deseando volver a girar.

A Dani Fernández le conoció durante su segunda etapa en Amelie, porque los dos tenía el mismo management. Congeniaron desde el primer momento “porque eran muy parecidos” y porque a Dani le gustaba lo que se hacía en Amelie: “nos fuimos conociendo y cada vez que íbamos a Madrid se venía con nosotros a ver los ensayos y se unió muchísimo a nuestra banda. Hicimos muy buenas migas”.

Se fueron a vivir juntos y desde entonces son como hermanos. Desde los inicios Dani le fue repitiendo algo que al final se ha hecho realidad: “Cuando él lo dejó con Auryn y yo lo dejé con Amelie, me decía que cuando sacara disco me tenía que ir a tocar con él. Y yo pensaba que ojalá porque sería muy guay. Y al cabo de unos años ves que estoy tocando con él y ha sacado un discazo, que le está yendo bien y que lo está haciendo lo mejor posible, y me siento muy orgulloso.”

Edgar no ve muchas diferencias entre formar parte de un grupo como Amelie y ser el bajista de la banda de un artista puesto que para él la banda de Dani es una familia: “Con todos nos lo pasamos súper bien y es como que te apetece pasar el día con la banda e ir a tocar”. El hecho de que Dani y el resto de la banda vayan siempre juntos y pasen horas en la furgoneta les hace ser una piña. 

 

Dani ya está con maquetas para un futuro disco… ¿Has escuchado alguna? ¿Nos puedes adelantar algo de ese futuro disco?

No os puedo adelantar nada, os tendréis que esperar, pero sí que he escuchado algo y te puedo decir que hay dos o tres temas que me molan muchísimo. Es un poco la evolución del primer disco, con la misma esencia pero como una evolución. Pinta muy bien y solo son maquetas, quiero decir, que no está aún grabado y ya pinta muy bien, así que promete.

Y para terminar, necesito que te mojes, si ahora mismo te reuniras con Amelie y se pusiera sobre la mesa la opción de retomar el grupo, ¿te quedarías con Dani o elegirías volver a Amelie?

*Se ríe* No, no, yo sigo con Dani a muerte. Lo que estoy viviendo con Dani es muy fuerte. Con Amelie vivimos nuestro momento y fue muy fuerte también pero… Otra cosa sería decir de juntarnos para hacer un concierto, que sería estupendo. Pero lo que estoy viviendo ahora con Dani, lo que está creciendo… Para mí estar tocando a su lado, vivir cada concierto y cada canción; es maravilloso. Ahora mismo estoy fichadísimo por Dani y no me movería.

Está claro que veremos a Edgar en los escenarios junto a Dani Fernández durante muchísimo tiempo más, ¿pero cuándo podremos volver a disfrutar de ellos? Por el momento no hay fecha de vuelta. Edgar está muy concienciado con la problemática mundial actual y tiene claro que primero hay que dejar que todo pase: “lo importante ahora es que se arregle todo esto y que podamos volver lo antes posible”. Esperemos que se pueda retomar la gira pronto y que pueda volver a vivir de su pasión.

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