El artista malagueño presenta Vértigo, un disco en el que Pablo se atreve como nunca a jugar con sus canciones, a dejar sus temores expuestos y su «corazón descalzo»

El vértigo aparece de repente y es una sensación muy molesta e incapacitante. No es un simple mareo, todo a tu alrededor empieza a balancearse de forma brusca y te parece que no vas a poder sostenerte en pie. Sin embargo, es un término que va mucho más allá. Amar da vértigo, que no te quieran da vértigo, el momento que estamos viviendo da vértigo… Y es que, si no sentimos vértigo, es que no estamos vivos. Este año, sobre todo nos ha servido de punto de inflexión para todos.

En este contexto, Pablo Alborán estrena su nuevo y esperado trabajo Vértigo. El malagueño reconoce que el confinamiento, que pasó en Benalmádena, le ha ayudado a darse cuenta «de las cosas que tienes a tu alrededor que no se han movido, que son claves en tu vida». Con cautela, pero muy ilusionado, espera que su música entretenga en estos tiempos convulsos. “Es todo lo que deseo”, reconoce.

Tres años después de su anterior disco Prometo, Alborán apuesta por un quinto álbum donde la música cobra vida convirtiéndola en una expresión casi de película. Hasta su música la podemos visualizar con nuestros propios ojos.

¿Tenías claro desde un principio Vértigo fuese tu álbum más visual?

Quería describir momentos muy pequeños del día a día, aspectos que fuesen muy visuales. el estar escuchando las llaves a través de la pared es algo que automáticamente visualizas como también lo es el apretar la mano a otra persona. Durante el disco, hay una serie de momentos que te transportan a imágenes que vemos todos nosotros a diario.

«Desde el minuto uno que empecé a escribir Vértigo supe que el disco debía llevar ese nombre»

En 2017 se publicó el anterior disco de Pablo titulado Prometo, ¿cómo has cambiado desde el estreno de tu anterior álbum a Vértigo?

Sigo siendo el mismo. Pero este disco lo he creado sin la expectativa y sin la presión de saber qué iba  a ser publicado. No sabia sí, finalmente, el disco iba a dar a luz algún día. Soy muy detallista y siempre pienso en todo lo que comporta hacer un disco, desde la carátula hasta cualquier otro detalle. En cambio, este disco tuvo que paralizarse debido a la pandemia. Fue en ese momento cuando empecé a escribir desde un lugar muy desatado de la realidad que sucede fuera y, a la vez, también atando, porque soy consciente de la realidad que tenemos. 

Me he divertido mucho y he disfrutado porque cada locura que hacia en el estudio era como «que más da sí a lo mejor esto ni sale». Estar desligado de la presión de saber qué lo va a escuchar alguien o el miedo a que pueda no gustar hace que Vértigo se convierta en un álbum muy fiel.

Pablo Alborán en 'Dicen'. | Fuente: Warner Music Spain
Pablo Alborán en ‘Dicen’. | Fuente: Warner Music Spain

El quinto álbum del artista contiene 11 canciones, más una versión acústica de Si Hubieras querido. Un disco hecho antes, durante y por la pandemia donde alginas de las voces de Alborán se han grabado desde la casa de sus padres en Benalmádena y se pueden escuchar sonidos capturados desde su propio móvil «que evocan esos pequeños momentos que hacen que la vida sea grande. Me he dado cuenta de que muchísimas cosas son posibles, cuando pensábamos que no lo eran».

Una creación que ha sido posible gracias a un combo prestigioso de productores formado por Julio Reyes y Federico Vindver. «Tenía claro que repetiría con Julio porque es un buen guia y, además, ha hecho música de todo tipo. Federico ha trabajado con artistas muy dispares como Nathy Peluso, Coldplay o Kanye West. Quería que me ayudaran a encontrar una atmósfera muy particular. La encontramos al principio de Hablemos de amor, en Corazón descalzo. Pero también está en No está en tus planes que es una canción más funkera y era necesario alguien que trabajase con esos sonidos», apunta Pablo.

«Soy una persona que me gusta sentir ese vértigo en mi vida»

Por primera vez, el cantante ha estado involucrado en la producción de Vértigo, algo, que como comenta, fue de manera muy casual. “Estar encerrado en casa y ver cómo recibía maquetas y no me convencían me hizo pensar en que tenía que meterle mano y hacerlo yo. Me sorprendió ver lo fácil que intercambiar ideas a través del streaming. Todo el proceso ha sido muy natural y, menos mal”.

Pablo Alborán en la promoción de 'Vértigo'. | Fuente: Warner Music Spain
Pablo Alborán en la promoción de ‘Vértigo’. | Fuente: Warner Music Spain

Vértigo, un disco de alto y bajos

«El primer titulo que encontré para este disco era Vértigo. Desde el minuto uno que empecé a escribir esta canción, no te miento. Al principio, ciertas personas lo veían como que tenían connotación negativa», confiesa Alborán.

Esto sucedió antes de que llegara a nuestras vidas una pandemia mundial que nadie creyó que pasaría nunca. En ese momento, todos sentimos la necesita de transmitir calma, tranquilidad… conceptos que según el propio artista «son mentira ya que no estamos tranquilos las 24 horas del día».

«En este disco no hay tanta diferencia entre mis maquetas y el producto final»

«Yo soy una persona que me gusta sentir ese vértigo, porque el vértigo no solo es estar desde las alturas y que te de miedo la caída. El vértigo es la vida. Por dentro te da la sensación de estar metido en una burbuja y estás quieto pero, que todo se mueve», añade Pablo.

Un disco hecho desde la libertad en el que habla de todo lo que nos puede pasar cuando nos hacen daño, cuando te enamoras o cuando te apetece pasártelo bien y disfrutar. “El vertigo es lo más humano que uno puede sentir”, apunta Pablo.

 ¿Qué tema te ha dado más ‘vértigo’ publicar?

El que da título disco. Vértigo es un tema que habla sobre una despedida pero con una música que es positiva. Es una despedida que te demuestra que se puede amar mejor en un futuro, que el amor te hace mejor siempre.

¿Qué te ha enseñado este disco?

He pretendido a darle rienda suelta a mis ideas locas. Para mí, hay cosas en Vértigo que son errores y que en otro momento quizás ni las hubiese sacado. Hay otras que podrían haber estado 3 veces mejor o mejor ejecutadas. A pesar de todo, me parece más real la intención con las que están cantadas: habladas, susurrada y muy contenidas. En otros discos todos estos elementos no estaban tan presentes. 

Alborán presento su último trabajo a 200 metros de altura desde el helipuerto de la torre Picasso de Madrid

De todo el álbum, ¿con qué frases te quedas?

Quién me iba a decir a mi que acabaría lanzando una bachata. Y de hecho, De carne y hueso tiene una de las frases que más me gustan: «Mi reino es el ego suicida de mi boca paseando en tu beso». Todas las canciones están cantadas con más fragilidad, hay muchas en las que me siento vulnerable. De hecho, los sonidos salen de un ordenador en donde yo hago mis maquetas. En este disco no hay tanta diferencia entre mis maquetas y el producto final como sucede en mis anteriores composiciones. Tengo otra frase que me apasiona, precisamente de Vértigo que dice: «Ha sido un aventura amarte en las alturas y ese vértigo en el suelo no se va».

Pablo Alborán en 'El Vendaval'. | Fuente: Warner Music Spain
Pablo Alborán en ‘El Vendaval’. | Fuente: Warner Music Spain

Una presentación del álbum de vértigo

Pablo Alborán no tiene vértigo. Así lo demostró a todos sus fans en la presentación del quinto álbum del malagueño a casi 200 metros de altura. El artista estaba dispuesto a llevar a cabo una acción que llamara la atención de sus seguidores a falta de poder compartir presencialmente con ellos el estreno.

En plena llegada del invierno y con el frío de la noche, que casi no superaba los cinco grados, Alborán interpretó canciones como Corazón DescalzoHablemos de Amor o Que siempre sea verano en el helipuerto de la torre Picasso de Madrid para ofrecer en streaming algunos de los temas que componen el nuevo trabajo.

«Me centré en darlo todo y disfrutar cada minuto del streaming»

Un espectáculo de luces, visuales y arte que terminó con una sorpresa a la altura con La Fiesta, una tema para venirse arriba desde el primer acorde. «Estoy viviendo ahora el vértigo más que cuando lo titulé; cuando lo grababa, no tenía expectativas, porque ni siquiera sabía si iba a salir. Yo seguí porque me servía como terapia y entretenimiento y tenía al equipo trabajando. No esperaba nada a cambio», explica Alborán.

Aun así, el cantante confiesa echar de menos no haberse parado 10 minutos a contemplar su alrededor y ver las vistas de Madrid tan increíbles que tenia a su disposición. “Me centré en darlo todo y disfrutar cada minuto del streaming”, concluye.