Entrevistamos a la cantautora Clara Olóndriz tras el lanzamiento de Brindis Eterno, su último single

Clara Olóndriz es una cantautora de indie-pop que combina sensibilidad y fuerza en una propuesta musical cargada de emociones. Con una voz que transmite fortaleza y unas letras que inspiran superación, Clara ha conseguido ser una artista que conecta profundamente con las inquietudes de una generación que busca sentido y propósito. Su música invita a reflexionar sobre los altibajos de la vida, tejiendo un universo sonoro íntimo y, al mismo tiempo, lleno de potencia.

Nacida en Barcelona y actualmente afincada en la Marina Alta (Alicante), Clara ha consolidado su carrera como artista independiente, equilibrando el esfuerzo de crear y producir música con la gestión de su propia trayectoria. Con la colaboración de Mark Dasousa y Rubén Escrivà, ha dado forma a un álbum que verá la luz en 2025, del cual ya ha presentado dos adelantos: Huracán y Brindis Eterno. Este último tema, un canto al carpe diem y a los momentos efímeros que permanecen grabados en nuestra memoria, encapsula la esencia de su trabajo: emocionalmente cautivador y profundamente humano.

En esta entrevista, Clara comparte cómo vive el desafío de ser una artista independiente, el aprendizaje constante que conlleva este camino y sus esperanzas de seguir construyendo comunidad y evolucionando como creadora. Su relato es una ventana al esfuerzo, la pasión y la resiliencia que define su trayectoria.

Lo primero que quería preguntarte es: ¿qué te inspiró para escribir la letra de la canción? Porque es como un canto al carpe diem. Celebra momentos felices que desearíamos que no terminaran. O al menos eso me ha parecido a mí.

Pues es un poco esa reflexión que te vas haciendo, porque los buenos momentos van pasando a lo largo de tu vida y a veces nos fijamos mucho en los malos. Porque cuando estamos en los malos lo sentimos muy fuerte, y los felices nos pasan más volando, como que los damos más por sentado.

Entonces hubo un momento en el que me empecé a plantear: «Bueno, a lo mejor deberíamos intentar centrarnos más en los buenos momentos». Como hacerle una foto mental y disfrutar el aquí y el ahora. Por ejemplo, en el caso de un brindis, lo representa muy rápido, porque un brindis es fugaz, pero realmente es una buena situación. Estás con tus amigos, tu familia o con tu gente querida, con quien sea.

Y, no sé, el poder guardar estos momentos como en una cajita para luego llevártelos contigo, porque no todo es eterno, pero los momentos que te llevas en la cabeza sí. Pues eso me inspiró bastante.

 

¿Es una filosofía de vida o un pensamiento que has tenido siempre o en qué momento lo empezaste a incorporar en tu vida? Porque a mí, hablando de forma personal, me parece que a medida que me he ido haciendo mayor soy más consciente del aprovechar cada momento, ¿no? Y de quedarme con los momentos felices, con los míos y de que duren para siempre. No sé si es tu caso o si es algo que has tenido dentro de ti desde siempre.

Pues en general sí que es algo que llevo bastante dentro, desde que era bastante jovencita. El concepto de carpe diem me interesaba porque es algo que, como decía antes, damos por sentado. Pero sí que es cierto que la edad también te da puntos para que valores más estas cosas.

Cuando eres más joven, sobre todo en la adolescencia, todo va a todo tren, muy rápido, y te va pasando. Estás entre exámenes, amigos, familia… todo va pasando y a lo mejor te fijas menos. Cuando te vas haciendo más mayor, también es cierto que la gente de tu alrededor se va distanciando o se va marchando, ya sea de forma física o por otras razones. Entonces empiezas a valorar más esos ratos que has pasado con estas personas y los que estás pasando ahora con los que tienes a tu alrededor.

 

Y si tuvieras que resumir en una frase toda la canción y la filosofía que hay detrás para inculcarla a todas aquellas personas que vayan a escucharla, ¿con qué frase te quedarías que resumiera todo ello?

Buena pregunta… ¿de la canción o algo que me venga ahora a la cabeza?

 

Bueno, no tiene que ser un verso literal de la canción, pero algo que resuma un poco lo que has querido transmitir en ella y lo que opinas tú al respecto.

Pues yo creo que sería: intentar hacer una foto de todos los momentos bonitos que tenemos y guardarla muy cerquita del corazón para poder llevarla con nosotros. Porque los malos momentos ya se darán, pero tener eso muy cerca y muy presente creo que es súper importante, y valorarlo en el momento en que está pasando.

 

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Imagen promocional de Clara Olóndriz. Fuente: claraolondriz.com

La canción ha sido producida con Mark Dasousa y Rubén Escrivà. Así que te quería preguntar también: ¿cómo ha sido trabajar con ellos? Y, a la vez, ¿qué ha aportado cada uno de ellos a la producción de la canción o al resultado global?

Pues bueno, Rubén es mi pareja. Entonces aquí hay como un in-house que se hace desde el momento en que estoy componiendo una canción. Digamos que es la primera persona a la que se la muestro. Él también es profesor de música, así que le da un giro de conocimiento musical a lo que yo hago. Desde el principio hay un input en cuanto a estructuras y todo esto para asegurar que, cuando lo llevamos al estudio, esté todo ya sólido.

Luego, en el estudio, con Marc de Sousa, que es quien produce, nos pusimos a trabajar buscando una sonoridad orgánica, muy en línea con el mensaje que quería transmitir en global. Allí trabajamos los tres. Marc es súper creativo, tiene mucha facilidad para todo esto, y Rubén tiene unos conocimientos musicales muy arraigados. Así que fue genial porque teníamos un poco de todo: varias caras de la música mirando hacia una misma canción. Íbamos aportando entre todos cosas que podían hacerla crecer. Creo que fue un trabajo en equipo súper chulo, muy bien entrelazado y con muchos puntos de vista distintos que hicieron crecer las canciones. Muy contenta.

 

«Brindis Eterno» forma parte de un trabajo más grande y entiendo que también vas a trabajar el resto de canciones con ellos. ¿Es tu equipo para este proyecto?

Correcto, correcto. Hemos trabajado todo este proyecto juntos y, de hecho, ya está prácticamente todo listo, a falta de trabajar algunas cositas que quedan. Pero, bueno, sobre todo preparando ya para poder lanzar todo lo que viene. Sí, sí, ha sido un equipo de principio a fin, y queríamos dar a este proyecto una sensación de unidad y coherencia. Lo hicimos entre los tres, y estoy encantadísima.

 

¿Nos puedes adelantar en qué va a consistir este próximo trabajo?

Pues el global va a ser un álbum que se lanzará, digamos, en la segunda mitad de 2025. Pero, previo a esto, hay una serie de adelantos en forma de singles. Cuando pase el siguiente single, habrá un EP como avanzadilla del álbum. Después, seguiremos lanzando singles hasta que se lance el álbum entero.

 

¿Cómo se relacionan todos estos adelantos? ¿El disco va a tener una narrativa?

Pues sí, sí, hay una narrativa. Al final todo da una vuelta al concepto de viaje, al concepto de intentar llegar a puerto. Es un poco una referencia a la historia de Ítaca, de La Odisea, que intenta llegar a casa. Es una reflexión sobre la vida, los altibajos que hay, lo que cuesta tomar ciertas decisiones.

Por ejemplo, yo vengo del derecho y tomar la decisión de dedicarme a la música fue para mí un salto al vacío, pero que llevaba años deseando dar. Ya venía con toda esta narrativa detrás, y la mayoría de temas giran mucho alrededor de los altibajos de la vida. Hablan de los cambios a los que nos enfrentamos, la pérdida, el conseguir objetivos, el lanzarse… Todas las canciones van dando esa vuelta hasta llegar a buen puerto.

 

Entre lo que sería el primer adelanto, «Huracán», y ahora que ha pasado un año, entiendo que has tenido mucho tiempo para terminar de cocinar las canciones. Pero, ¿por qué decidiste, o por qué se ha dado, esperar tanto tiempo entre el primer adelanto y «Brindis Eterno»?

Fue por un tema de, bueno, no puedo decir mucho por contrato, pero me cogieron en un concurso televisivo de música. Al final mi actuación no se emitió, pero por contrato tuve que parar motores y no podía lanzar nada hasta que supiera el resultado, si salía o no. Entonces, no se dio, pero durante ese tiempo estuve «cogida de manos». Luego llegó el verano, que es una mala época para lanzar, y cuando me volví a poner con ello, ya nos fuimos a un año de distancia entre una cosa y otra.

Ha sido una época de aprendizaje e intentar mantener todo esto a flote. Porque, claro, cuando ya estás lanzando y arrancando, tienes ganas de seguir adelante, y tener que parar motores de forma brusca es complicado. Pero siempre pienso que lo que sea que te pase, es para bien. Aunque me estaba muriendo de ganas por poder lanzar, fue un parón necesario.

 

Bueno, te habrá servido también para coger carrerilla en esta nueva etapa, ¿no?

Sí, sí, totalmente.

 

Me comentabas antes que dejaste tu carrera en Derecho. Quizás eso también ha influido en cómo cuentas las cosas en tus canciones. Aunque hablas de emociones, superación y este viaje que hemos comentado, quería preguntarte: ¿de dónde nace ese impulso de cantar sobre ello? ¿Es algo que viene siempre de vivencias tuyas o hay más fuentes de inspiración?

Es un poco por necesidad de expresarme. No todo lo que escribo son vivencias propias; también escribo sobre cosas que veo que pasan a mis amigos o amigas, y cuando ocurren cosas en el mundo que invitan a reflexionar, las plasmo en palabras y música.

Evidentemente, hay una parte más típica del cantautor, que necesitas dejar salir tus experiencias, trabajarlas, sentirlas, permitirte sentirlas. Yo era muy tímida de pequeña, y me costaba mucho expresarme, salvo en círculos muy cerrados y de confianza. Pero con la música siempre me he sentido capaz de abrirme más. El canto me daba confianza, y cuando empecé a componer, a los 14 años, sentí una libertad increíble, como desatada. Podía hablar de lo que sentía o pensaba y me sentía mucho más segura que hablando cara a cara.

Para mí, componer ha sido algo que me empoderó y que acabó enganchándome. Es una necesidad ir sacando lo que tengo en la cabeza o el corazón, y hacerlo a través de la música.

 

Siendo algo tan íntimo, como expresarte a través de canciones, ¿cómo fue tu proceso de pasar de componer para ti misma a decidir compartirlo con el mundo y sacar tus canciones a la luz?

Creo que todos los que creamos algo, sea lo que sea, tenemos esa pequeña necesidad de que alguien lo escuche o lo vea. Un pintor pinta, alguien canta, y siempre hay esa necesidad. A mí, como oyente, la música de otros siempre me ha ayudado mucho, me ha inspirado, me ha acompañado en momentos muy diversos de mi vida.

El hecho de poder expresarte así y que una canción pueda hacer que alguien se identifique, sienta empatía o le acompañe en un mal o buen momento es muy gratificante. Es como la parte final del proceso.

Yo compongo porque me gusta, porque es suficiente para mí, pero el hecho de que otra persona pueda escucharlo, entenderme mejor o entenderse mejor a sí misma me motiva mucho. Creo que ese espacio para compartir es importante, y por eso seguimos adelante los que nos dedicamos a esto.

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Imagen promocional de Clara Olóndriz. Fuente: claraolondriz.com

Tú eres artista independiente, y he visto que en TikTok has empezado a hablar un poco sobre lo que implica serlo en la actualidad. ¿Qué te motivó a compartir esto en redes sociales?

Creo que hay una parte de la industria musical que es muy desconocida. Se entiende más o menos cómo funcionan las grandes discográficas y el trabajo de los artistas de alto nivel. Pero la mayoría de los artistas no están ahí arriba; la base es mucho más amplia y está formada por artistas independientes o que trabajan con discográficas pequeñas, externalizando parte de los servicios.

Esto es una parte enorme de la industria, pero es poco visible. Como artista, he tenido que ir aprendiendo cómo funciona todo esto con el tiempo, y creo que puede ser útil compartirlo para quienes están empezando o tienen curiosidad. Porque cuando comienzas, todo parece muy bonito, casi como un hobby. Pero una vez profesionalizas la música, te das cuenta de que es complicado, requiere mucho trabajo y disciplina.

También es útil para el público general, que muchas veces no sabe el esfuerzo que implica sacar una canción. Hoy estamos bombardeados con tanto contenido que se da por hecho que lanzar música es fácil. Mostrar este trabajo a través de pequeñas cápsulas en redes sociales puede dar una perspectiva del esfuerzo que hay detrás, tanto el mío como el de otros artistas. Desde la humildad, creo que es algo que aporta valor.

 

Ser independiente requiere un esfuerzo que para mí es casi doble, porque además de la parte creativa, tienes que asumir roles que los artistas grandes delegan, como la promoción o la gestión. ¿Cómo lo vives y cómo equilibras estos distintos roles?

Totalmente, es como hacer malabares. Cuando empiezas, no sabes por dónde tirar, y con el tiempo tienes que establecer un sistema de trabajo que funcione para ti. Claro, puedes externalizar cosas, pero todo sale de tu bolsillo, así que valoras qué puedes delegar y qué tienes que aprender a hacer tú misma.

Por ejemplo, si te encargas de tu propio booking, tienes que aprender a hacerlo bien, dedicarle horas. Las redes sociales se llevan una parte enorme de tiempo; no eres influencer, pero acabas haciendo ese tipo de trabajo también. Si no puedes externalizar la promoción, te toca ir puerta a puerta en las radios.

Por suerte, en mi caso la distribución, por ejemplo, la hemos hecho a través de Van Kiki, pero no siempre tienes esa opción. Lo importante es crear un sistema organizado. Para cada lanzamiento, debes tener claro qué toca hacer y planificarlo en un calendario para no olvidarte de nada. Al principio, te lo comes todo con patatas porque vas aprendiendo sobre la marcha, pero con el tiempo mejoras, te formas y sigues adaptándote a los cambios constantes de la industria.

 

¿Qué consejo le darías a alguien que está considerando empezar o continuar su carrera como artista independiente?

El primer consejo sería: sé tu propio motor. No esperes a que alguien venga a rescatar tu carrera o a llevarte al estrellato, porque eso es muy poco común. Tienes que remar tú mismo desde el principio, y mucho. El concepto de artista emergente ha cambiado; hoy en día puede ser alguien con 50.000 seguidores en Instagram, y para llegar ahí hay que trabajar muchísimo.

Diría que no te desanimes con los primeros resultados, porque los logros llegan con constancia. Aprende todo lo que puedas sobre los roles que rodean a un artista: infórmate, experimenta. No hace falta que lo sepas todo antes de lanzar tu música, porque si esperas eso, nunca lanzarías nada. Pero sí es importante ser proactivo. Aprende lo que puedas hacer por ti mismo, y si externalizas algo, asegúrate de entender cómo funciona para saber exactamente qué estás pidiendo y evaluar el trabajo de los demás.

Diría que la curiosidad por aprender y la resiliencia son claves. Es una carrera complicada, pero vale la pena. No dejes que se apague tu motor interno, sigue avanzando porque cada esfuerzo suma.

¿Podrías recomendarnos algún artista emergente que creas que merece mucho más reconocimiento del que tiene?

Sí, hay una chica que me inspira mucho. Creo que es vasca y hace música en inglés. Se llama Leire y, si no me equivoco, está en Londres, intentando sacar adelante su carrera de forma independiente. Hace música muy bonita y me parece que tiene mucho talento.

 

Por último, ¿cómo te ves a corto plazo y dentro de cinco años? Por ejemplo, a corto plazo, además del proyecto que estás preparando, ¿podremos verte pronto en directo?

A corto plazo, aunque no significa inmediatamente, sí que me veréis en los escenarios presentando el álbum. La idea es esperar a que esté todo el disco lanzado para poder organizar conciertos, probablemente en Barcelona, que es mi ciudad, y también por Valencia, ya que ahora estoy viviendo en la Comunidad Valenciana. Quiero hacerlo con banda, y ya estamos empezando a preparar el directo, lo cual me emociona mucho.

A cinco años vista, me gustaría seguir siendo ese «motor» para mi carrera, haber cuidado y crecido la comunidad que estoy creando en redes, no tanto por los números, sino por las conexiones que se generan. Espero poder seguir dedicándome a la música, ya sea de forma exclusiva o combinándola con otras cosas. Quiero que este proyecto siga adelante, lanzar más música y evolucionar como artista, porque siento que aún tengo mucho que decir.

 

Muchísimas gracias por tu tiempo y muchísima suerte en todo lo que se viene. Estaremos muy pendientes.