El cordobés Antonio José renueva su pacto con el público de Barcelona en una Sala Parel·lel 62 con las entradas agotadas

Tocaban las 20:30 y la cola todavía daba la vuelta al recinto. Era la hora del inicio del concierto y la Sala Paral·lel  62 seguía llenándose hasta que al final no cupo ni un alfiler. Parejas en su primera cita, matrimonios, grupos de amigas, familias con hijos e incluso personas que no iban a perderse el concierto por no tener acompañante esperaban la hora de renovar su pacto con Antonio José.

Precisamente de eso va esta gira del cordobés, llamada como su último disco, El Pacto (2023): de un pacto firmado con sus fans en el que jura y perjura que pase lo que pase él sigue siendo el mismo que se alzó con el primer puesto de La Voz en 2015, con sus ideas y sus principios inquebrantables. “Espero que hayáis venido con el corazón bien abierto”, dice tras saludar al público y darle la bienvenida al “tren de las emociones”. Y así empieza su alegato de dos horas en forma de veintitrés canciones e incontables agradecimientos.

La noche arranca con Hoy No Estás Sola, la canción que dio el disparo de salida a esta nueva etapa del andaluz. La metáfora perfecta para el viaje que supone esta noche. La siguen Me Olvidé, A Un Milímetro de Ti y Contigo, que ponen al público de las gradas en pie (para no volver a sentarse en el resto de la noche, ni siquiera en el set acústico de Tu Boca, El Plan y Por Mil Razones). Temas de este nuevo disco se intercalan con canciones que medio país no hemos dejado de cantar cada vez que hemos encendido la radio y sintonizado Cadena Dial en nuestros viajes en coche o mientras nos arreglábamos para salir. Y es que Me Haces Falta, Me Equivocaré, Tú Me Obligaste o Lo Que Hará Mi Boca se han convertido en auténticos himnos para aquellos que disfrutamos del pop español más actual en una de las voces más especiales de la industria nacional.

Pero Antonio José, no solo conquista corazones y escenarios con su voz, sino que también se destaca por su conexión auténtica con el público en cada concierto. Rompiendo las barreras entre el escenario y la audiencia y en un gesto de cercanía y humildad, el de Córdoba no duda en bajar repetidamente al encuentro de las primeras filas de la sala, compartiendo momentos íntimos al cogerles la mano, pasarles el micrófono para que entonen junto a él, e incluso dedicar canciones especiales a aquellos que han recorrido largas distancias, como es el caso de tres admiradores llegados desde Roma.

De hecho, inspirado por las palabras de Antonio Orozco, uno de sus referentes, recuerda que, para él es el público quien eleva las canciones, transformándolas en “algo inmenso e inmortal”. Es esta interacción y sus constantes palabras de agradecimiento un ejemplo de la gratitud del artista hacia aquellos que hacen posible que su música cobre vida. Y el brillo de sus ojos, la constatación de que todo lo que dice y hace forma parte de ese pacto firmado hace prácticamente diez años.

El show termina con La Noche Perfecta. Y así ha sido. Para las parejas en su primera cita, para los matrimonios, para los grupos de amigas, las familias con hijos e incluso para las personas que se han subido al tren solas. Los sentimientos no entienden de edad ni de género ni de situación emocional, porque son universales, como las canciones de Antonio José. Si no has tenido la oportunidad de verle en su parada en Barcelona, todavía puedes disfrutar de su directo en Madrid (9 de marzo), Córdoba (15 de junio), Jerez (30 de junio, en el Tío Pepe Festival) y Marbella (6 de agosto, en el Starlite). ¡No te lo pierdas!