Aunque no sea conmigo entremezcla las voces de Aitana y Evaluna, un ambiente dulce, cándido y de alta sensibilidad en una cálida y ansiada colaboración

La magia de una colaboración valiente y de lo más esperada se materializa en Aunque no sea conmigo. Aitana y Evaluna apuestan por un despliegue de sentimientos y gran complicidad en esta balada, que  aprovecha lo mejor de ambas voces: aterciopeladas, delicadas y en un tono que despierta ternuras e inevitablemente conecta con el espectador. 

Poderoso terciopelo

Contar con Evaluna Montaner suma siempre la honestidad de una voz apacible, llena de matices y de pellizco sensible. Aitana demuestra una vez más que brilla en el terreno melódico, y como resultado quedan tres minutos y medio de dos voces perfectamente acopladas, cuya conexión traspasa la canción y refleja una amistad forjada también fuera de los versos.

Sin demasiados artificios, Aunque no sea conmigo basa la magia de la canción en la guitarra y las voces de Aitana y Evaluna. Su evidente conexión permite a este tema reconectarnos con los tempos lentos… ‘Porque quiero que sientas lo que siento yo contigo/ Aunque no sea conmigo‘. 

Entretejiendo historias…

De la mano de la productora Music Content Factory, dirigido por Diego Trenas y con la estética a cargo de Betho García, ambas artistas dan pie a un mundo introspectivo viajando a su “yo” de la infancia. Un retroceder en el tiempo encarnado en dos niñas que representan a Aitana y Evaluna, por el característico flequillo y diadema que las identifican respectivamente. Un tierno abrazo y la posterior mirada entre “ambas” dice más que cualquier palabra, dando paso a una silenciosa -y emotiva- despedida cuando la pequeña Evaluna se retira, quedando sola Aitana niña.

De vuelta a la actualidad, la vida pone distancia y marca momentos de separación donde no pueden buscarse culpables. A eso se refieren los inevitables `tres pasos más´, los mismos en los que `el tiempo avanza / y alguien siempre queda atrás´. La catalana hace un auténtico guiño a sus looks de concierto con ese dos piezas celeste en los primeros planos. Unas escenas que extrañan a la persona, con un halo esperanzado: `que tú también vas a esperar en la ventana/ sin disimular las ganas de que vuelva a aparecer´. 

… de una mano amiga

Evaluna abre los planos anaranjados para una segunda parte de completa sinceridad: `yo se qué tu sabes a qué me refiero / cuando con mis ojos te digo te quiero / tú sigues soñando con ella, tranquilo/ Yo sigo soñando que sueñas conmigo´. Los latidos acelerados dan plena cuenta de unas ganas desenfrenadas por un reencuentro y la cura, a futuro, de un amor… Aunque no sea conmigo. 

El vestuario juega con tonos blancos, azules y rojizos para las prendas de las protagonistas en su niñez, tonos con los que también juegan sus conjuntos en su versión adulta. Dos mujeres que ponen de manifiesto la dulzura de un tema nacido para dejar huella. Para las primeras que lo hará, Aitana y Evaluna, pues Aunque no sea conmigo ha nacido en un maravilloso momento profesional para ambas.

Un brillo compartido 

La catalana se encuentra en plena gira con su ’11 Razones Tour’, con el setlist de su trabajo de estudio homónimo. Suma Aunque no sea conmigo a su ya extensa lista de colaboraciones, como la más reciente Mándame Un Audio Remix. Por su parte Evaluna sigue regalando minutos deliciosos para los oídos, como su último sencillo Uno Más Uno, etéreo e íntimo, y sus ya icónicos duetos junto a Camilo. Juntos saborean las paradas en nuestro país de la gira del colombiano, Mis Manos Tour’, demostrando su complicidad cada vez que suben al escenario.

Edit con la portada oficial de `Aunque no sea conmigo´, con las protagonistas de espaldas en bitono. / Fuente: https://umusices.lnk.to/PSAEansc

Dos de las voces más aclamadas en el pop en español prometen dejar un gran calado en este dueto. Vivimos tiempos atípicos, pero la buena música no descansa. Y tanto si Aitana como Evaluna, Evaluna como Aitana, se conforman con un Aunque no sea conmigo, les llevamos la contraria. Baladas como esta reflejan la generosidad de la felicidad de la persona amada y el calor de unas manos cómplices que ayudan a levantar el vuelo. Sí, nos quedamos con ellas. Precisamente, con ellas.